Colombia
Introducción: En México el consumo de bebidas azucaradas (BA) es muy alto, siendo el mayor consumidor de refrescos en el mundo, omitiendo las consecuencias negativas en la salud. Por otra parte, la FAO reconoce la importancia de la educación como herramienta para mejorar la salud y nutrición de la población a través de la educación alimentaria-nutricional.
Objetivo: Identificar la prevalencia de la frecuencia y cantidad del consumo de bebidas azucaradas en jóvenes inscritos a licenciaturas relacionadas a ciencias de la salud.
Material y métodos: Estudio cuantitativo, transversal, de tipo descriptivo, con tamaño de población de N=245 alumnos inscritos a programas educativos correspondientes a las áreas de las ciencias de la salud, con un intervalo de confianza al 95% y un límite de confianza al 4.9%. Para el cuestionario se utilizó el instrumento Beverage Questionnaire (BEVQ-15), adaptándolo al contexto sociocultural y disponibilidad de bebidas de la población objetivo.
Resultados: La mayoría de los jóvenes externó sí consumir bebidas azucaradas (82.8%), el tipo de bebidas azucaradas que se consume, fueron los refrescos (42%), las aguas naturales de sabor endulzadas con azúcar (38.4%) y los lácteos saborizados (28.6%).
Discusión: Los estudiantes poseen un hábito usual de consumo de bebidas azucaradas, con alto contenido de calorías sin un aporte nutricional benéfico para la salud. Se podría pensar que al estudiar una licenciatura del área de la Ciencias de la Salud este consumo debería estar limitado. Sin embargo, el consumo es alto.
Conclusiones: Estos datos ofrecen un punto de partida para analizar la importancia de la educación para la salud sobre todo en estudiantes del área de Ciencias de la Salud, para proponer acciones concretas y prácticas que puedan fomentar la disminución del consumo de bebidas azucaradas.
Introduction: Sugar-sweetened beverages (SB) contain caloric sweeteners such as sucrose, high fructose corn syrup or fruit concentrates, all with similar metabolic effects. Mexico is considered one of the countries with the highest consumption of these drinks, ignoring the negative consequences on health. On the other hand, FAO recognizes the importance of education as a tool to improve the health and nutrition of the population through food-nutrition education.
Aim: Identify the prevalence of consumption of sugary drinks (frequency and quantity) and its association with knowledge in young people enrolled in bachelor’s degrees related to health sciences.
Material and methods: Quantitative, cross-sectional, descriptive study carried out on students enrolled in health sciences educational programs. The Beverage Questionnaire (BEVQ-15) instrument was used, adapting it to the sociocultural context and availability of beverages of the target population.
Results: 293 students were included. The prevalence of BA consumption was 82.6%; The relationship between BA consumption and grade level presented a statistically significant association, with the students with the lowest grade level being those who had the highest BA consumption with 27.3%. 41.2% of the young people studied identified soft drinks as the drink they consume most, with a frequency of 2 to 3 times a week, followed by flavored waters sweetened with sugar, referred to by 38% of the students.
Conclusions: The results of this study show a high prevalence of BA consumption associated with the school grade of young people enrolled in Health Sciences Degrees. It is recommended to continue studying other health determinants that could be associated with consumption, such as geographic context, individual characteristics, among others.