Alicante, España
Introducción: El confinamiento generado por el estado de alarma decretado a causa de la COVID-19 obligó a la ciudadanía a permanecer en sus casas salvo causa justificada y limitó el acceso a los servicios de restauración colectiva. Estas restricciones supusieron el cambio de hábitos y rutinas de la población, lo que se tradujo en más actividad culinaria en los domicilios. El objetivo del presente estudio es conocer el impacto del confinamiento sobre el comportamiento alimentario estudiando los cambios en las prácticas culinarias y gastronómicas experimentadas por la población alicantina.
Material y métodos: Estudio observacional transversal aunque con enfoque diacrónico a partir de la percepción y experiencias de los entrevistados: antes/durante el confinamiento, y muestreo no probabilístico de conveniencia de la población de 18 a 69 años reclutada de forma electrónica entre el 28 de abril y el 10 de mayo de 2020, semanas 7-8 de confinamiento, en la provincia de Alicante (n=679). Análisis estadístico univariable, bivariable y multivariable de los datos mediante el paquete estadístico SPSS. Uso de pruebas no paramétricas al asumir la condición de muestras emparejadas para las respuestas antes (muestra teórica 1) y durante el confinamiento (muestra teórica 2).
Resultados: El 70% cocinó con más frecuencia y dedicó más tiempo a hacerlo. Más del 35% amplió sus conocimientos culinarios con un incremento de consulta a la web y redes sociales. Durante el confinamiento predominó la cocina tradicional valenciana y los postres fueron las elaboraciones preferidas. El cocinado en grupo aumentó en más de 11 puntos porcentuales, al igual que comer en compañía, aunque persiste el uso de dispositivos audiovisuales durante el acto de comer. El 84% modificó su percepción sobre algún aspecto relacionado con la alimentación. Las diferencias entre el comportamiento previo a la pandemia y el que se desarrolló durante el confinamiento se han revelado significativas estadísticamente en la mayoría de las variables testadas.
Conclusiones: Durante el confinamiento, el aumento de la actividad culinaria se tradujo en una apuesta por la cocina tradicional en detrimento de los platos precocinados, más convivialidad en el acto de comer y un mayor compromiso con el comercio y el consumo de alimentos de proximidad y la sustentabilidad del sistema alimentario.
Introduction: The confinement generated by the state of alarm decreed by the COVID-19, forced citizens to stay in their homes except for justified cause and limited access to collective catering services. These restrictions led to a change in the habits and routines of the population, which translated into more culinary activity at home. The objective of this study is to know the impact of confinement on eating behavior, studying the changes in culinary and gastronomic practices experienced by the Alicante population.
Material and methods: Observational cross-sectional, although with a diachronic approach based on the perception and experiences of the interviewees:
before/during confinement, and nonprobabilistic convenience sampling of the population aged 18-69 years recruited electronically between 28 April and 10 May 2020 (weeks 7-8 of confinement) in the province of Alicante (n =679). Univariate, bivariate, and multivariate statistical analysis of the data using the SPSS statistical package. Use of nonparametric tests by assuming the condition of paired samples for the responses before (sample 1) and during confinement (sample 2).
Results: 70% cooked more often and spent more time cooking. More than 35% expanded their culinary knowledge, with an increase in web browsing and social networking. During the confinement, traditional Valencian cuisine predominated and desserts were the preferred preparations. Group cooking increased by more than 11 percentage points, as did eating in company, although the use of audio-visual devices during the act of eating persisted. 84% changed their perception about some aspect related to food. The differences between the behavior prior to the pandemic and the one that developed during confinement have been shown to be statistically significant in most of the variables tested.
Conclusions: During the confinement, the increase in culinary activity translated into a commitment to traditional cuisine to the detriment of pre-cooked dishes, more conviviality in the act of eating, and a greater commitment to trade and consumption of local foods and the sustainability of the food system.