Natàlia Riera Nadal, María Badenes Mezquita, Jordi Casanovas, Annabel Pellicer Sanahuja
• Las guías de práctica clínica recomiendan la educación y el ejercicio terapéutico como tratamiento de primera línea en el dolor persistente no oncológico (DPNO), dada la limitada eficacia de los fármacos y en concreto de los opioides.
• Para iniciar un tratamiento con opioides hace falta consensuar con el paciente: por qué se prescriben, qué alternativas existen, los riesgos potenciales, y cuánto tiempo se mantendrán.
• Las terapias no farmacológicas están demostrando mejoría en el DPNO y en la calidad de vida de las personas afectadas, sin los efectos adversos de los fármacos.
• En tratamientos inadecuados de larga duración con opioides para el DPNO hace falta una estrategia de deprescripción definida y consensuada.
• Si se prescriben opioides potentes, debe hacerse a la menor dosis posible y el menor tiempo posible.