Sevilla, España
Introducción. Entre los aspectos más afectados a partir de la pandemia mundial por la COVID-19 se encuentra el bienestar físico y emocional de la ciudadanía. Objetivo. Analizar cómo a partir del obligado confinamiento domiciliario se han modificado los hábitos alimenticios y la actividad física, y delimitar si se han mantenido a posteriori, realizando una investigación con estudiantes de 6 Universidades públicas andaluzas, durante los cursos académicos 2020/2021 y 2021/2022. Método. Se aplicó un cuestionario de 30 ítems a una muestra de 458 sujetos, 73% mujeres, 25% hombres y un 2% no binario con una edad media de 23 años. Resultados. El aislamiento impuesto socialmente, ha favorecido en la mayoría de los casos una concienciación de la necesidad de cuidado y mejora de la salud, tanto a nivel general (46%) como desde el punto de vista de la alimentación (por ejemplo, el 60% toma fruta o verdura entre horas) y la actividad física (52%) y como beneficio añadido se encuentra que dichos hábitos se mantengan tras el confinamiento (67%). Conclusiones. Se han mejorado los hábitos saludables a partir del confinamiento, en aspectos relacionados tanto con la alimentación como con la actividad física, adquiriendo esta última una elevada relevancia desde la pandemia.
Introduction. Among the issues most affected by the global pandemic of COVID-19 is the physical andemotional well-being of citizens.Objective. To analyze how dietary habits and physical activity have changedsince the com- pulsory home confinement, and to determine whether they have been maintained afterwards,carrying out a study with students from 6 Andalusian public universities, during the 2020/2021 and 2021/2022 academic years.Method. A 30-item questionnaire was applied to a sample of 458 subjects, 73% female, 25%male and 2% non-binary with a mean age of 23 years.Results. Socially imposed isolation has favored in mostcases an awareness of the need for care and improvement of health, both at a general level (46%) and from thepoint of view of food (for example, 60% take fruit or vegetables between meals) and physical activity (52%) and as an added benefit is that these habits are maintained after confinement (67%). Conclusions. Healthy habits have improved since confinement, in aspects relat- ed to both food and physical activity, with the latter acquiring a highrelevance since the pandemic.