Cordoba, España
El deporte moderno fue concebido por y para hombres. Ha sido un territorio vedado a las mujeres, que han sido percibidas como outsiders, sobre todo aquellas que deciden practicar deporte de competición. A pesar de los avances sociales acontecidos, el deporte femenino continúa siendo estructural y simbólicamente más precario. El objetivo de este estudio es analizar las barreras que las mujeres perciben para continuar practicando deporte de competición desde una metodología cualitativa y desde la teoría fundamentada. Participaron en el estudio 45 mujeres residentes en España. Se realizaron cinco grupos focales configurados en función del deporte practicado: fútbol sala, voleibol, balonmano, natación, atletismo y esgrima. El discurso de las participantes apunta a la existencia de múltiples barreras por el hecho de ser mujer, tales como la percepción diferenciada de los cambios que acontecen en la adolescencia, la conciliación con los estudios, las dificultades para vivir del deporte a largo plazo y la conciliación laboral. Paralelamente, identifican otras que pueden afectar también a los hombres como el sacrificio que conlleva la competición, las lesiones y la presión competitiva. Los resultados sugieren que asegurar el acceso a la práctica deportiva no garantiza unas condiciones de práctica igualitarias y sin barreras.
Modern sport was conceived by and for men. It has been a forbidden territory for women, who are perceived as outsiders, especially those who choose to engage incompetitive sport. Despite the social advances that have taken place, women’s sport continues to be structurally and symbolically more precarious. This study aims to analysethe barriers women perceive to continue participating in competitive sport. A qualitative methodology framed in grounded theory was used. Forty-five women residing inSpain participated in the study. Five focus groups were formed according to the type of sport: futsal, volleyball, handball, swimming, track and field, and fencing. Theparticipants’ discourse points to the existence of multiple barriers due to the fact of being a woman, such as the differentiated perception of changes that occur inadolescence, the conciliation of sport and education, the difficulties in making a living from sport in the long term, and the work-life balance. At the same time, they identifyother barriers that may also affect men, such as the sacrifice involved in competition, injuries, and competitive pressure. The results suggest that ensuring women’s access to sport does not guarantee equal and barrier-free conditions for their participation.