A lo largo de la historia, la lactancia materna ha sido la forma ideal de alimentar al ser humano. Por lo general, la madre es la encargada de amamantar al recién nacido, pero cuando por diversas circunstancias ella no pudo se recurrió a la nodriza para amamantar al neonato. Las primeras referencias de esta figura aparecen en los códigos babilónicos, aunque la etimología del término proviene del vocablo latino nutricia, expresión utilizada para referirse al salario entregado a la mujer por el desempeño de la función de amantar [Fragmento de texto].