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Objetivo: Analizar la calidad alimentaria de los adultos mayores participantes en un proyecto multiprofesional de promoción de la salud y longevidad saludable.
Metodología: Se reclutaron 55 adultos mayores de ≥ 60 años (66,03 ± 3,68 años) residentes en el sur de Brasil. Sin embargo, 28 ancianos abandonaron las intervenciones. Así, se evaluaron 27 ancianos (antes y después de las intervenciones de 12 semanas). Para evaluar la calidad de los alimentos se utilizaron los datos del registro alimentario de tres días no consecutivos y el índice de alimentación saludable (IES), que se aplicaron antes y después de las intervenciones. La intervención se desarrolló durante tres meses, con clases teórico-prácticas en grupos multidisciplinares como educación física, psicología y nutrición (con reeducación alimentaria - sin plan de nutrición). Se calcularon la media, la desviación estándar (±) y el intervalo de confianza del 95% (IC del 95%). La comparación entre pre y postintervención se realizó mediante la prueba t pareada, asumiendo una p ≤ 0,05.
Resultados: Después de 12 semanas, se observó que los ancianos mostraron valores más altos para la IES después de las intervenciones (pre: 47,78 ± 14,23 puntos; IC 95%: 42,41-53,15, versus 56,30 ± 13,05, IC 95%: 51,37-61,22; con p = 0,029; d = 0,59; efecto medio).
Conclusiones: un enfoque multidisciplinario que incluya una intervención nutricional podría promover cambios positivos en la calidad alimentaria de los ancianos investigados. Como limitación se destaca la ausencia de un grupo control y la realización de un ensayo controlado aleatorizado. Sin embargo, este estudio ya promueve direcciones para brindar salud nutricional a las personas mayores.
Objective: To analyze the food quality of elderly participants in a multi-professional project for health promotion and healthy longevity.
Methodology: 55 older adults aged ≥ 60 years (66.03 ± 3.68 years) residents in the south of Brazil were recruited. However, 28 elderlies dropped out of the interventions. Thus, 27 elderlies were assessed (before and after 12-week interventions). To evaluate food quality, the data from the food record of three non-consecutive days and the healthy eating index (HEI) were used, which were applied before and after interventions. The intervention was developed for three months, with theoretical-practical classes on multidisciplinary groups as physical education, psychology, and nutrition (with food reeducation - without nutrition plan). The mean, (±) standard deviation, and 95% confidence interval (95% CI) were calculated. The comparison between pre- and post-intervention was performed by paired t-test, assuming a p≤ 0.05.
Results: After 12 weeks, it was observed that the elderly showed higher values for the HEI after the interventions (pre: 47.78 ± 14.23 points; 95% CI: 42.41-53.15, versus 56.30 ± 13.05, 95% CI: 51.37-61.22; with p = 0.029; d = 0.59; medium effect).
Conclusions: a multidisciplinary approach including a nutritional intervention could promote positive changes in the food quality of the elderly investigated. As a limitation, the absence of a control group and the conduction of a randomized controlled trial are highlighted. However, this study already promotes directions to provide nutritional health in older people.
