Influencia del desayuno sobre la adherencia a la dieta mediterránea y el estado ponderal en alumnas de Magisterio de Madrid

• José Manuel Ejeda Manzanera ^[1] ; Javier Cubero Juánez ^[2] ; Maximiliano Rodrigo Vega ^[1]
  1. [1] Universidad Complutense de Madrid

     Universidad Complutense de Madrid

     Madrid, España

     
  2. [2] Universidad de Extremadura

     Universidad de Extremadura

     Badajoz, España

     
• Localización: Nutrición hospitalaria: Órgano oficial de la Sociedad Española de Nutrición Clínica y Metabolismo (SENPE), ISSN-e 1699-5198, ISSN 0212-1611, Vol. 38, Nº. 6, 2021, págs. 1182-1191
• Idioma: español
• DOI: 10.20960/nh.03476
• Títulos paralelos:
  • nfluence of breakfast on adherence to the Mediterranean diet and weight status among student teachers in Madrid
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• Resumen
  • español

    ntroducción: la ingesta regular de una calidad de desayuno (CDy) “completa” se ha asociado con una elección de alimentos más saludable a lo largo del día, así como la adherencia a la dieta mediterránea (ADM) se ha relacionado con una mejora del estado de salud.

    Objetivo: evaluar en una población universitaria la CDy y establecer la relación con la ADM y el estado ponderal (EP).

    Métodos: estudio transversal con una muestra de 490 universitarias. Se empleó un registro semanal de alimentos. Se establecieron 5 categorías de desayuno, adaptadas de los criterios EnKid-FEN: tres en función de grupos básicos (lácteos, cereales y frutas): “mala” (no desayuna o no incluye ninguno), “insuficiente” (incluye al menos uno) y “mejorable” (incluye al menos dos); y dos en función de grupos básicos, de otros grupos adicionales y de la energía: “buena” (incluye principalmente los tres grupos básicos y puede incluir otro grupo adicional, en cuyo caso la energía debe ser < 20 % de la diaria) y “completa” (incluye los tres grupos básicos más otro grupo adicional, con una energía ≥ 20 % de la diaria). Asimismo, se computó el tiempo empleado en desayunar. La ADM se obtuvo mediante el test Kidmed. Para el establecimiento de las categorías del EP se utilizó el IMC.

    Resultados: las estudiantes en el desayuno consumen mayoritariamente lácteos (82,4 %) y cereales (75,3 %) frente a las frutas (25,7 %). Un 16,9 % realiza una CDy “buena o completa”, el 25,7 % presentan una ADM “alta” y el 11,2 % presentan “sobrepeso-obesidad”. Se observó una asociación significativa entre la CDy y la ADM, ya que realizar una CDy “mala” o “completa” implicaba una mayor probabilidad de tener una ADM “baja” (53,8 %) o una ADM “alta” (57,7 %), respectivamente. Además, se observaron diferencias significativas entre los tiempos con respecto a la CDy y la ADM, ya que aquellos estudiantes que dedicaban > 15 minutos a desayunar tenían una mayor probabilidad de realizar una CDy “completa” y de tener una ADM “alta” frente a aquellos que tardaban menos. No existían diferencias significativas de EP con respecto a la CDy y la ADM.

    Conclusión: todo esto demostraría que una CDy “completa”, con una duración superior a 15 minutos, estaría asociada a presentar una mayor ADM, lo que pone de manifiesto la importancia de formar y educar en hábitos alimentarios saludables a esta población y de aproximarse a una dieta más saludable a través del desayuno.

  • English

    ntroduction: the intake of a “complete” breakfast quality (BQ) has been associated with a healthier food choice throughout the day, as Medi- terranean diet adherence (MDA) has been associated with an improvement in the health status.

    Objective: to assess BQ in a university population, and to establish its relationship with MDA and weight status (WS).

    Methods: this was a cross-sectional study with a sample of 490 university students. A weekly breakfast food registry was used. Five categories were established, according to the adaptation of the EnKid-FEN criteria, three according to the basic groups (dairy, cereals, and fruits): “Bad” (does not have breakfast or does not include any), “Insufficient” (includes at least one) and “Improvable” (includes at least two); and two depending on the basic groups, other additional groups different from the previous ones, and the energy consumed: “Good” (includes mainly the three basic groups, and can include another additional group, in which case the sum of energy is < 20 % of the daily energy) and “Complete” (includes the three basic groups plus another additional group with a sum of energy ≥ 20 % of daily requirement). In addition, the time spent eating breakfast was computed. The assessment of MDA was carried out using the Kidmed questionnaire. BMI was used to establish the WS categories.

    Results: at breakfast the students mostly consumed dairy products (82.4 %) and cereals (75.3 %) compared to fruits (25.7 %). A total of 16.9 % had a “Good or Complete” BQ, 25.7 % had a “High” MDA, and 11.2 % had “Overweight-Obesity”. A significant association was shown between BQ and MDA, as a “Bad” o “Complete” BQ implies a greater probability of having a “Low” (53.8 %) o “High” (57.7 %) MDA, respectively. In addition, significant differences were shown in breakfast time according to BQ and MDA, as those students who spent more than 15 minutes for breakfast presented a greater probability of having a “Complete” BQ and “High” MDA when compared to students who ate a shorter breakfast.

    No significant differences were seen in WS according to BQ or MDA.

    Conclusion: in this study BQ and the time spent at breakfast are related to quality, which is closely linked to the degree of MDA, which highlights the importance of training and educating this population in healthy eating habits, and of approaching a healthier diet through breakfast quality