Irena Papadopoulos, R. Lazzarino, C. Koulouglioti, M. Aagard, O. Akman, L.-M. Alpers, P. Apostolara, J. Araneda Bernal, S. Biglete Pangilinan, O. Eldar Regev, Teresa González Gil , R. Krepinska, M. Lesinska-Sawicka, M. Liskova, A. L. Lopez Diaz, M. Malliarou, Ángel Martín García, M. Muñoz Salinas, M. Nagórska, Roinah Nkhensani Ngunyulu, S. Nissim, L. Nortvedt, M.F. Oconer Rubiano, Cristina Oter Quintana, C. Öztürk, K. Papp, B. Piratoba Hernandez, E. Rousou, M.Y. Tolentino Diaz, V. Tóthová, A. Zorba, C. Kouta
Objetivo: Analizar las opiniones de gestores de enfermería y enfermería obstétrico-ginecológica (matrona) con respecto a los obstáculos a la compasión en las culturas de los países.
Antecedentes: Se defiende el beneficio del liderazgo compasivo, pero a pesar del hecho que la atención sanitaria, invariablemente, se presta en lugares de trabajo culturalmente diversos, rara vez se aborda la interconexión de la cultura, la compasión y del liderazgo. Además, se carece de evidencia sobre cómo los factores culturales obstaculizan la expresión de compasión entre gestores de enfermería y enfermería obstétrico-ginecológica (matrona).
Métodos: Encuesta en línea, transversal, exploratoria e internacional en la que intervinieron 1217 participantes de 17 países. Las respuestas de los gestores a las preguntas abiertas relacionadas con las barreras para brindar compasión se introdujeron y analizaron temáticamente a través de NVivo.
Resultados: Emergieron en todos los países tres temas clave relacionados con los obstáculos a la compasión:
1.relacionados con las características y experiencias personales de los gestores;
2.relacionados con el sistema; y 3.autorrelacionados.
Conclusiones: Los obstáculos a la compasión entre los gestores varían entre países. Es importante comprender las variaciones entre países y culturas que impiden aflorar la compasión en la atención sanitaria.
Implicaciones para la práctica y política de enfermería: Los gestores de enfermería deberían utilizar sabiamente su poder adoptando estilos de liderazgo que promuevan lugares de trabajo culturalmente competentes y compasivos con respeto a los derechos humanos. Los políticos tendrían que identificar las necesidades de formación y tutoría para permitir el desarrollo de la sabiduría práctica de los gestores. Las políticas nacionales e internacionales apropiadas deberían facilitar el establecimiento de estándares y directrices para el liderazgo compasivo, frente a culturas organizacionales distorsionadas y obstáculos relacionados con el sistema para mostrar compasión.