Valparaíso, Chile
El objetivo de este estudio fue determinar la aceptabilidad de preparaciones de bajo índice glicémico (IG) diseñadas a partir de aquellas de alto IG de consumo habitual en Chile, elaboradas con mínimos cambios en sus ingredientes y basándose en técnicas culinarias que diminuyen el IG. Doce preparaciones tradicionales de alto IG se eligieron para preparar sus homólogos de bajo IG. Durante 12 días, 20 mujeres en buen estado de salud probaron, de forma aleatoria, 2 preparaciones equivalentes por día (de bajo y alto IG), y evaluaron la aceptabilidad promedio de las ensaladas, los platos principales y los postres, así como el almuerzo completo, a través de una escala hedónica de 7 puntos y una de 9 puntos para evaluar aceptabilidad de los atributos: apariencia, sabor, olor y textura. Los almuerzos de alto IG (90 ± 20,5 %) se modificaron cambiando los tipos de ingredientes y/o las técnicas culinarias, formulando preparaciones homólogas de bajo IG (47 ± 5,9 %, p < 0,001). Todas las nuevas preparaciones se calificaron de óptimas, excediendo el punto de corte establecido. La preparación “legumbres con cereales” obtuvo la más alta aceptabilidad en su versión de bajo IG (p = 0,006), mientras que la preparación “Pollo con choclo” lo hizo en su versión de alto IG (p = 0,004). Hubo mayores preferencias por la apariencia de las ensaladas (p = 0,003) y el sabor de los postres de bajo IG (p = 0,024), mientras que los platos principales fueron mejor valorados en cuanto a sabor (p = 0,034) y textura (p = 0,012) en su versión de alto IG. Por lo tanto, es posible preparar menús de bajo IG equivalentes a sus homólogos tradicionales que son considerados generalmente como aceptables, con componentes y atributos iguales o mejores que las preparaciones tradicionales chilenas.
The aim of this study was to determine the acceptability of low glycaemic index (GI) preparations, equivalent to the traditional high GI ones in Chile, elaborated with minimal changes in the ingredients and culinary techniques that significantly diminish the GI and maintain acceptability level. Twelve high-GI traditional lunches and their low GI counterparts were prepared. For 12 days, 20 apparently healthy women randomly tasted 2 paired preparations per day (low and high GI). The attributes of appearance, taste, smell, and texture of salads, main course, and desserts, as well as those of the full lunch, were evaluated using a hedonic scale of 7 and 9 points. Lunches with a high GI (90 ± 20.5 %) were modified by changing types of food ingredients, and/or by using culinary techniques to provide a low-GI counterpart with 47 ± 5.9 % GI (p < 0.001). All the preparations were classified as optimal, exceeding the established cut-off point. The “Legume with CHO” lunch had a higher acceptability level in its low GI version (p = 0.006), while the “Chicken with corn” lunch had it in its high GI version (p = 0.004). There was a preference for low-GI salad appearance (p = 0.003) and dessert flavour (p = 0.024), while high-GI main dishes were better praised for flavour (p = 0.034) and texture (p = 0.012). It is therefore possible to prepare low-GI menus equivalent to their traditional counterparts that are received as generally acceptable, with components and sensory attributes equal to, or even better than typical Chilean cuisine dishes.