Florence Nightingale
La enfermera debe distinguir la idiosincrasia de los enfermos. Uno prefiere sufrir para sí su propio dolor, con el fin de llamar lo menos posible la atención. Otro prefiere inspirar compasión y tener siempre a alguien a su lado. Ambas peculiaridades pueden observarse y habría que complacerlas más de lo que se hace, porque sucede que a veces se fuerza la asistencia al constante al primero, que no desean más que le “dejen solo”, y se abandona al segundo, dándole la impresión de que no se le hace caso [continuar en el PDF].