Durante las últimas décadas, las evidencias observadas en cuanto a las diferencias en salud de hombres y mujeres, han hecho relevante la necesidade incorporar la perspectiva de género en las políticas públicas y en ámbitos sociales y sanitarios.
Estas diferencias derivadas de la asignación de roles sociales específicos para cada sexo, ha dado lugar a la aparición de desigualdades de género, evidenciadas gracias a la inclusión de la desagregación por sexo en los estudios de investigación. De este modo, se ofrecen datos que permitirán apreciar diferencias en la salud de hombres y mujeres, como son la mortalidad, la esperanza de vida, la percepción de la propia salud... así como las diferencias de comportamiento en relación con factores que influyen en la salud: hábitos tóxicos, sobrepeso, ejercicio físico, división sexual del trabajo, realización de controles de salud, etc.
La consideración de estos factores implica conocer cómo afectan tanto a hombres como a mujeres puesto que, los factores a los que se exponen tienen diferentes consecuencias en función del sexo. Un ejemplo es la vida en pareja, que para los hombres constituye un factor protector de la salud, mientras que para ellas supone un factor de riesgo, íntimamente relacionado con la doble carga de trabajo que ha supuesto para las mujeres el desarrollo del trabajo remunerado junto con el doméstico. De la misma manera, influyen los hábitos relacionados con los estilos de vida, así como la utilización de los servicios sanitarios, entre otros.
La investigación ha introducido medidas para paliar desigualdades y lograr equidad de género, tales como la creación de programas bajo perspectiva de género y la formación en este campo profesionales sanitarios, clave para abordar inequidades.
Over the last decades, evidences observed as for the differences in health of men and women, have made relevant the need to mainstream the gender perspective both in public policies and in social and sanitary areas.
These differences arising from the allocation of specific social roles for each sex, has given rise to gender inequalities appearance, highlighted thanks to disaggregation by sex inclusion in research studies. In this way, provide data that will enable to appreciate differences in men and women health, such as mortality, life expectancy, own health perception... as well as differences in behavior in relation to factors that influence health: Toxic habits, overweight, physical exercise, sexual division of labour, health controls, etc.
Consideration of these factors involves knowing how they affect both men and women, since the factors they are exposed have different consequences based on sex. An example is partner cohabiting, for men is a health protective factor, while for women represent a health risk factor, closely related to the double burden of work which has resulted for women in the development of paid work with the domestic work. In the same way influence habits related with lifestyles, as well as the use of health services, among others.
The research has introduced measures to mitigate inequalities and achieve gender equity, such as the creation of programs under gender perspective, as well as training in this field of health professionals, key to confront these inequities from their base.