Según decía mi madre, desde pequeña tenía claro que yo iba a ser enfermera. Recuerdo también cómo les comentaba a mis hijos mientras ellos jugaban a ser médicos y ella la enferma: “vuestra madre, cuando era como ustedes, estaba siempre entre tiritas y esparadrapo”. Parece mentira cómo hay enfermedades en las cuales perdemos todos los recuerdos, llegando incluso a olvidarnos de lo más querido que tiene una madre, sus hijos.