David Castillo Villar, Pilar Maicas Calabuig, Yovana Redondo Villa
En este artículo se analiza cómo los cambios en la estructura laboral de las últimas décadas han incidido en la creciente patología musculo-esquelética; así como el decisivo papel que tienen los estiramientos musculares como mecanismo preventivo de la misma.
Como trastorno musculo-esquelético podemos entender cualquier daño o alteración de las articulaciones y/u otros tejidos del aparato locomotor; es decir músculos, tendones, esqueleto óseo, cartílagos, ligamentos y nervios (1).
La mayoría de los trastornos musculo-esqueléticos relacionados con el trabajo se desarrollan a lo largo del tiempo.
Normalmente no hay una única causa de los trastornos musculo-esqueléticos, sino que son varios los factores que trabajan conjuntamente (2).