Cádiz, España
La obesidad mórbida es un factor de riesgo para numerosas enfermedades, incluidas las enfermedades hepáticas, siendo la incidencia de esteatosis hepática de un 70 a 80%.
Aunque el tratamiento quirúrgico es eficaz en la reducción del peso, sus efectos sobre el hígado no se han establecido convincentemente. Presentamos dos casos de pacientes in- tervenidas de cirugía bariátrica y que presentaron un fallo hepático fulminante con resultado de muerte.
Material y método:
caso clínico n.º 1: mujer de 36 años intervenida de obesidad en 1995 con gastroplastia vertical anillada con IMC 52,5 que tras reganancia ponderal posterior se realiza cirugía de revisión en 2009, realizándose by-pass gástrico distal.
Caso clínico n.º2:mujer de 42 años intervenida de obesidad en 2009 mediante by-pass gástrico distal con IMC de 51 y colocación de malla profiláctica de composix kugel midline.
A los tres años con buena pérdida ponderal presenta absceso de pared por fístula enterocutánea y se interviene quirúrgicamente, extrayendo malla, identificándose dos fístulas en asa alimentaria y común que se extirpan y se realizá nueva anastomosis.
Resultados:
caso clínico n.º1: a los dos meses de la cirugía de revisión inicia cuadro de vómitos secundarios a estenosis de anastomosis gastroyeyunal que se trata mediante dilata- ción, y cuadro de ictericia progresiva, ascitis y encefalopatía por fallo hepático fulminante con resultado de muerte.
Caso clínico n.º2: en el postoperatorio inmediato inicia incremento del debito del drenaje, así como ascenso de enzimas de citolisis hepática y coagulopatía. Se reinterviene por sospecha de fuga anastomótica y sepsis abdominal, desarrollando fallo hepático fulminante con coagulopatía y encefalopatía que se trata mediante sistema MARS, fa- lleciendo a las cuatro horas de la instauración de la terapia.
Conclusiones: si bien las técnicas quirúrgicas actuales de cirugía bariátrica se consideran bastante seguras, se han presentado casos de fallo hepático, sin estar claro si esto se relacionaría con la progresión de una esteatohepatitis preexistente, o bien pudiera haber otros factores favorecedores relacionados con la cirugía. De los tratamientos disponibles, el trasplante hepático ortotópico de emergencia es una de las mejores intervenciones. En el caso de nuestras pacientes la evolución fue fatal, desencadenando la muerte de ambas. Ambos casos presentan un shock séptico con cultivos de líquido ascítico positivo a microorganismos multirresistentes, y ambas presentaron cirugías de revisión. Lamentablemente se desconocen los factores que pueden influir en que tras la cirugía ba- riátrica ocurran este tipo de complicaciones, y probablemente será motivo de estudios futuros.
Morbid obesity is a risk factor for numerous diseases including liver disease with an incidence of hepatic steatosis from 70 to 80%. Although surgical treatment is effective in reducing weight, its effects on the liver have not been established convincingly. We report 2 cases of patients with bariatric surgery and who had a fulminant hepatic failure resulting in death.
Methods:
case N.º 1: a 36-year-obesity intervened in 1995 with VBG with BMI 52.5 to reganancia weight back after revision surgery is performed in 2009 performed distal gastric bypass.
Case N.º 2: 42 Woman surgery for obesity in 2009 by distal gastric bypass with a BMI of 51 and placement of prophylactic Composix kugel midline mesh. After 3 years with good weight loss, presents abscess wall and enterocutaneous fistula he was surgically intervene. extracting mesh, identifying themselves two fistulas in alimentary and common intestinals loops that are removed and new anastomosis was performed.
Results:
case N.º 1: at 2 months of revision surgery, tje patient starts vomiting secondary to stenosis of gastrojejunostomy anastomosis and symptoms of progressive jaundice, ascites and encephalopathy fulminant hepatic failure resulting in death.
Case N.º 2: in the immediate postoperative period starts increased drainage of debit and rise of liver enzymes cytolysis and coagulopathy. It reinterviene on suspicion of anasto- motic leak and abdominal Sepsis, developing fulminant hepatic failure with coagulopathy and encephalopathy is treated by MARS system, and died within 4 hours of the onset of therapy.
Conclusions: although current surgical techniques of bariatric surgery are considered quite safe, there have been cases of hepatic failure, unclear whether this would relate to the progression of a preexisting steatohepatitis, or may have other predisposing factors related to surgery. Treatments available, the emergency orthotopic liver transplantation is one of the best interventions. For our patients the outcome was fatal triggering the death of both. In both cases presented a septic shock with positive ascitic fluid cultures to multiresistant microorganisms, and both had revision surgery. Unfortunately the factors that can influence that occur after bariatric surgery such complications, and probably will be grounds for future studies are unknown.