El ejercicio físico continuo conduce al atleta a mantener un equilibrio inestable entre la ingesta dietética, el gasto de energía y las exigencias adicionales de un alto grado de actividad física. Por lo tanto, una evaluación precisa del estado nutricional es esencial para optimizar el rendimiento, ya que afecta a la salud, la composición corporal, y la recuperación del atleta. Aspectos específicos como tipo de deporte, especialidad o posición de juego, programa de entrenamiento y calendario de competiciones, la categoría, objetivos específicos, que difieran de la población en general, deben ser tenidos en cuenta. La evaluación bioquímica nos puede dar una idea general del estado nutricional, del perfil lipídico, del funcionamiento de hígado o riñón, de si la dieta es demasiado alta en proteínas o grasas, así como las posibles deficiencias nutricionales y la necesidad de suplementación. La cineantropometría deportiva tiene gran utilidad ya que permite la evaluación de la masa corporal, altura, longitud, diámetro, perímetro y pliegues cutáneos, donde la información se procesa mediante la aplicación de diferentes ecuaciones, obteniendo información sobre el somatotipo, la composición corporal y la proporcionalidad de las distintas partes del cuerpo. Para poder dar una orientación nutricional adecuada, las necesidades de energía de los atletas deben ser conocidas. Si la medición objetiva no es posible, existen tablas que incluyen los requerimientos de energía teóricamente establecidos para diferentes deportes. La evaluación dietética debe incluir información sobre el consumo de alimentos y nutrientes para establecer la relación entre la dieta, el estado de salud y el rendimiento del atleta. Por otro lado, un estado adecuado de hidratación en los atletas es esencial para mantener un rendimiento óptimo. Se debe valorar específicamente la ingesta de líquidos por parte del deportista. La deshidratación puede causar efectos nocivos en la salud de los atletas. Como no existe un método “gold standard”, la gravidez y el color de la orina son los métodos más extendidos para analizar el estado de hidratación. Hay consenso en que la combinación de diferentes métodos asegura una captura efectiva de datos para la valoración nutricional del deportista que permitirá proceder a la intervención dietética y nutricional.
Continuous physical exercise leads the athlete to maintain an unstable balance between dietary intake, energy expenditure and the additional demands of a high amount of physical activity. Thus, an accurate assessment of nutritional status is essential to optimize the performance, since it affects health, body composition, and the recovery of the athlete. Specific aspects like the type of sport, specialty or playing position, training schedule and competition calendar, category, specific objectives, which differ from the general population, must be considered. A biochemical assessment can give us a general idea of the nutritional status, lipid profile, liver or kidney function, if diet is too high in proteins or fats, as well as possible nutritional deficiencies and the need for supplementation. Sport kinanthropometry has great utility that enables the assessment of body mass, height, length, diameter, perimeter and skinfolds, where information is processed by applying different equations, obtaining information on somatotype, body composition, and the proportionality of different parts of the body. To give proper nutritional counselling, energy needs of the athlete must be known. If objective measurement is not possible, there are tables including theoretically established energy requirements of different sports. Dietary assessment should include information about food consumption and nutrient intake to establish the relationship between diet, health status and athlete’s performance. On the other hand, an adequate hydration status in athletes is essential to maintain adequate performance. Hence, the knowledge of fluid intake by the athlete is a matter of the utmost importance. Dehydration can cause harmful effects on athletes’ health. As there is no gold standard, urine gravidity and urine colour are the most extended methods for analyzing hydration status. There is consensus that due to complexity, the combination of different methods assures an effective data collection which will be useful to proceed in dietary and nutritional intervention.