A. Espino Montoro, M.C. González Fernández, José Manuel López Chozas, C. Alvarez Lacayo, Aurelio Cayuela Domínguez, F. Villalba Alcalá
Objetivo. Los pacientes con hipertensión arterial (HTA) que no presentan un descenso nocturno de la presión arterial (PA) suelen tener un mayor grado de afección de órganos diana debido a la hipertensión mantenida. En nuestro trabajo analizamos, mediante monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA), la prevalencia de la condición dipper de los pacientes con HTA de grados 1 y 2 tras la supresión controlada de la medicación antihipertensiva, así como la magnitud del efecto de bata blanca (objeto de otro estudio).
Diseño. Estudio cuasiexperimental y descriptivo.
Emplazamiento. Atención primaria. Centro de salud urbano.
Participantes mediciones y resultados.Se realizaron estudios de MAPA a 70 hipertensos esenciales con buen control de la PA después de tratamiento farmacológico antes de suspender la medicación antihipertensiva (1.ª fase) y a las 4 semanas de abandonar el tratamiento (2.ª fase), programándose dos períodos, diurno y nocturno.
Resultados. De los 70 pacientes hipertensos, 18 (26%) no llegaron a realizarse la segunda MAPA, ya que tras la retirada de la medicación presentaron valores inaceptables de PA que obligaron a reintroducir los fármacos antihipertensivos.
El 79% de los pacientes hipertensos eran dipper tras la primera monitorización, y tras la supresión de la medicación antihipertensiva el 83% continuaba siendo dipper. En función del sexo, no hubo diferencias estadísticamente significativas en cuanto al descenso nocturno de la PA en ambos períodos. Finalmente, el 75% y el 11,5% de los pacientes fueron dipper y non-dipper, respectivamente, en las 2 fases sólo un 13,5% de los pacientes cambió su condición.
Conclusiones. La retirada de la medicación antihipertensiva en pacientes con hipertensión de grados 1 y 2 bien controlados no modifica de manera significativa la prevalencia de pacientes con descensos nocturnos de la PA