Albert Oriol, Cristina Motlló
El progreso en el tratamiento del mieloma múltiple de la última década ha retrasado, pero no ha evitado, que la mayoría de los pacientes acaben desarrollando resistencias y finalmente mueran a consecuencia de la enfermedad o complicaciones relacionadas. Los agentes de más reciente aparición incluyen nuevos alquilantes, inhibidores del proteasoma e inmunomoduladores, pero también anticuerpos monoclonales y fármacos con nuevos mecanismos de acción.
Es probable que la incorporación a la clínica de esta segunda generación de nuevos fármacos consiga mejorar aún los resultados del tratamiento inicial, evitar la aparición de recaídas y resistencias precoces, y mejorar el tratamiento de la recaída con terapias dirigidas de baja toxicidad.