Introducción: El crecimiento de los niños y jóvenes es considerado un indicador sensible de la calidad del ambiente social, económico y político en el cual ellos viven. Esto conduce a la necesidad de avanzar en el conocimiento de la compleja interacción existente entre factores biológicos y ambientales. Objetivo: Analizar el estado nutricional, la composición corporal y las enteroparasitosis de niños del departamento de San Rafael (Mendoza), considerando las condiciones socio-ambientales de residencia. Métodos: Se realizó un estudio antropométrico y parasitológico transversal que incluyó 615 niños, de ambos sexos, asistentes a escuelas públicas del departamento de San Rafael, Mendoza. A fin de determinar el estado nutricional y la composición corporal de los niños se empleó la referencia NHANES III y para el análisis parasitológico la técnica de concentración de Ritchie modificada y escobillado anal. La caracterización socio-ambiental de cada niño se realizó mediante encuesta autoadministrada y semiestructurada. Resultados: El estado nutricional indicó mayor desnutrición crónica (8,9%) respecto a la global (1,9%) y aguda (0,2%) y mayor obesidad (10,4%) en comparación al sobrepeso (9,1%). El análisis de composición corporal de los niños desnutridos indicó que el 56,7% de ellos presentó disminución del tejido muscular y el 1,7% de tejido adiposo. También el 5% de los niños con exceso de peso tuvieron disminución de tejido muscular. Por otra parte, el 62,4% de la población resultó parasitada por al menos una especie, siendo la riqueza específica de 10, con mayores prevalencias para Blastocystis hominis (45,0%) y Enterobius vermicularis (24,7%). El nivel educativo materno influyó en la malnutrición, como en la presencia de enteroparásitos. Conclusiones: Sin dudas la educación materna juega un papel importante en la etiología de la malnutrición, por déficit y exceso, y también en las parasitosis. Asimismo, las condiciones de precariedad sanitaria resultan determinantes en el desarrollo de enteroparasitosis. Revertir esta situación y erradicar la cronicidad constituye un desafío para las autoridades que tienen a su cargo el diseño y la implementación de políticas sanitarias y educativas.