En la actualidad, en nuestro país, alrededor de un millón de personas reciben anticoagulación oral. El fármaco más empleado es el acenocumarol, que requiere de controles de coagulación para constatar que el paciente se encuentra dentro de su rango terapéutico. Los pacientes suelen empezar este tratamiento en una consulta hospitalaria y, cuando se encuentran estabilizados, son derivados a atención primaria, donde son seguidos por sus enfermeras comunitarias.
La práctica habitual es que estas enfermeras asuman los cambios de dosis cuando los pacientes están fuera de rango; no obstante, este aspecto no es realizado por las enfermeras hospitalarias a pesar de disponer de suficiente experiencia y conocimientos para un adecuado manejo de este tipo de pacientes.
En la Unidad de Gestión Clínica de Hematología del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga se ha implantado un modelo de Enfermería de Práctica Avanzada que incluye diversos aspectos de la atención y cuidados a los pacientes en terapia antitrombótica, entre los que se encuentra la dosificación de su tratamiento siguiendo un catálogo de rangos terapéuticos y diagnósticos.