La alta exigencia en los deportistas crea la necesidad de controlar el proceso de adaptación alentrenamiento. El objetivo de esta revisión es analizar los parámetros bioquímicos de utilidad para el control biológico del deportista, y ofrecer herramientas al dietista-nutricionista (D-N) deportivo en el seguimiento del entrenamiento.
La glucosa y el perfil lipídico son parámetros utilizados en las consultas, pero insuficientes para el control de los entrenamientos. La concentración de ácido láctico en plasma es la herramienta más común para valorar la carga de entrenamiento, donde valores superiores a 4 mmol/l, indican gran intensidad del entrenamiento. Otras enzimas como la creatinquinasa (CK), lactato deshidrogenasa (LDH) y dos transaminasas: la transaminasa glucooxalacética (GOT) o aspartato aminotransferasa (AST) y la glutamicopirúvica (GTP) o alanina aminotransferasa (ALT) sugieren, en concentraciones altas, que la carga de entrenamiento fue elevada produciendo roturas miofibrilares. La determinación de otros sustratos como el amonio, glutamina o el ratio testosterona/cortisol, sirven para detectar un posible estado de sobre-entrenamiento. Así mismo, las últimas investigaciones sugieren que elevadas concentraciones de cortisol disminuyen el sistema inmunológico.
Por otra parte, la urea, la alanina o el aumento de cuerpos cetónicos, nos indican un vaciamiento de los depósitos de glucógeno muscular y la utilización de otros sustratos energéticos. Por tanto, la información que aportan estos parámetros son de utilidad para el D-N deportivo, y, con ello, conseguir intervenciones dietético-nutricionales más efectivas según los objetivos del entrenamiento.
The high demand in athletes creates the need to control the process of adaptation to training. The aim of this review is to analyze the biochemical parameters of utility for biological control of the athlete, and provide tools to sports dietitian-nutritionist in the follow-up of the training. Glucose and lipid profile parameters are widely used but insufficient to control training. The lactic acid level in the plasma is the most common tool to assess training load, where values higher than 4 mmol/l, suggest an intensive training. Other enzymes in high concentrations such as creatine kinase (CK), lactate dehydrogenase (LDH) and two transaminases: glutamic oxaloacetic transaminase (GOT) or aspartate transaminase (AST) or aspartate aminotransferase (AAT) and glutamic pyruvic transaminase (GPT) or alanine transaminase or aminotransferase (ALT) suggest that the training load was high producing microscopic tearing of the muscle fibers. Determination of other substrates such as ammonia, glutamine, or testosterone/cortisol ratio, used to detect a possible overtraining syndrome. Likewise the latest research suggest that high cortisol levels decrease the immune system.
Moreover, an increase of urea, alanine or ketone bodies are related to muscle glycogen stores depleted. Therefore, the information provided by these parameters is useful for the sports dietitian-nutritionist for dietary and nutritional interventions to achieve more effective in function of the training goals.