El interés por responder a las necesidades de salud determinadas por factores sociales ha provocado un creciente uso de la metodología cualitativa entre los investigadores y profesionales de la salud. Esta situación ha precisado la búsqueda de nuevas herramientas que faciliten la implementación y calidad de sus investigaciones. La reflexividad y la posicionalidad del investigador han sido descritas como estrategias de rigor muy útiles para promover la coherencia teórico-metodológica en la investigación cualitativa y en la generación de nuevo conocimiento de mayor impacto para la salud. Aquí se presentan herramientas metodológicas en forma de preguntas autorreflexivas en el inicio de un proyecto de investigación cualitativa, con algunos ejemplos de investigaciones ya desarrolladas en el contexto español. Se discuten sus posibles implicaciones para las investigaciones, prácticas y políticas en salud.