Introducción: Los lactantes menores de 6 meses que no reciben lactancia materna exclusiva, y a partir de los 6 hasta los 12 meses de edad, constituyen los grupos con mayor riesgo de padecer anemia. Existen en Cuba actualmente múltiples programas como parte del Plan Integral para la prevención y el control de la anemia por deficiencia de hierro. La última estrategia que se implementó en el país fue la leche evaporada fortificada con hierro y zinc que se destina a todos los lactantes a partir del último trimestre del año 2005.
Objetivo: Evaluar el estado nutricional del hierro en un grupo de niños y niñas de un año de edad mediante indicadores hematológicos y bioquímicos en dos períodos de tiempo.
Métodos: Se realizó un estudio transversal en los años 2005 y 2007 en niños supuestamente sanos entre 10-14 meses, de ambos sexos de tres municipios de Ciudad de la Habana. Se realizaron determinaciones de hemoglobina (Hb), volumen corpuscular medio (VCM) e índice de distribución de eritrocitos (IDE) mediante contador hematológico automatizado; e indicadores bioquímicos de deficiencia de hierro: ferritina (FS), proteína C reactiva (PCR), receptores de Trans - ferrina (sTfR) y zinc protoporfirina (ZPP). Se realizó una encuesta epidemiológica, evaluación antropométrica y dietética. La base de datos bioquímica, antropométrica, dietética y epidemiológica se preparó en el paquete estadístico SPSS 10.0; se realizó la evaluación de diferencia de proporciones, la evaluación de la adecuación de la ingestión de nutrientes y la comparación de los resultados por Chi-cuadrado con un 95% de intervalo de confianza.
Resultados y Discusión: La prevalencia de anemia en el año 2007 (29.1%) fue menor que en 2005 (44.8%). En la última etapa se encontraron valores superiores de Hb y VCM e inferiores de IDE. La deficiencia de hierro fue alta en ambas etapas sin diferencias significativas. No se registraron niños con desnutrición en el estudio, pero sí hubo un mayor desbalance y dispersión de la muestra con relación a la clasificación normal de peso para la talla, con mayor cantidad de niños delgados, sobrepeso y obesos en la última etapa.
Se incrementó el número de niños con ingestión adecuada de hierro en un 8.5 % pero la dieta no cubrió todas las necesidades nutricionales.
Conclusiones: Se encontró una reducción de un 15,7% de la prevalencia de la anemia en niños de 10 a 14 meses de edad; y una mejoría de los indicadores hematológicos de deficiencia de hierro (VCM e IDE).
Sin embargo las reservas de hierro (FS) continuaron deficientes