Introducción: La desnutrición influye en la morbimortalidad del paciente con ELA. La unidad de nutrición debe evaluar al paciente precoz y periódicamente ofreciendo las medidas necesarias en la evolución de la enfermedad.
Métodos: Estudio retrospectivo de cohortes en el que se analizaron 46 pacientes con diagnóstico de ELA, de los cuáles 21 se encontraban en tratamiento nutricional. Se estudió la edad, forma de inicio de la enfermedad, fecha de entrada en protocolo nutricional, la colocación o no de PEG, y la supervivencia. Se realizó un test de Breslow comparando pacientes que estuvieron en protocolo nutricional respecto de aquellos que no recibieron terapia nutricional, y de aquellos que entraron antes en protocolo respecto de los que entraron después.
Resultados: Existió un aumento en la mediana de supervivencia en los pacientes en tratamiento nutricional tanto en ELA bulbar (452 vs 55 días) como en ELA espinal (1.798 vs 357 días; p = 0,002). La mediana de retraso en el inicio de tratamiento nutricional en la ELA espinal fue de 557 días mientras que en la ELA bulbar fue de 230 días: en la ELA espinal los que entraron en protocolo nutricional antes de la mediana tuvieron una supervivencia de 325 días respecto a 181 días (p = 0,09); en la ELA bulbar los que entraron antes de la mediana tuvieron una supervivencia de 435 días respecto a 177 días (p = 0,38).
Conclusiones: La entrada de los pacientes con ELA en un protocolo nutricional conlleva un aumento de la supervivencia. Existe una ventaja en la evolución en los pacientes que comienzan antes el tratamiento nutricional.