En las unidades de cuidados de pacientes críticos se dispone de multitud de dispositivos que ayudan, complementan o sustituyen en aquellas funciones que el paciente es incapaz de realizar por sí mismo. La ventilación mecánica y todos sus elementos básicos de control, en especial, las alarmas, conforman un sistema mediante el que se trata de garantizar la seguridad del paciente y a la vez sirven de ayuda al profesional que le asiste.
La correcta interpretación de las alarmas monitorizadas, el aprovechamiento de todos los recursos que ofrece el respirador y una actuación enfermera apropiada tras la confirmación de la causa son armas fundamentales en el restablecimiento y en el correcto funcionamiento del sistema (paciente, interfase, respirador).
En el desarrollo de este artículo se trata de dar respuesta a las cuestiones que se pueden plantear en relación con el manejo de las alarmas de los respiradores relativas a la presión, el volumen y la frecuencia, se enuncian las causas más frecuentes de su activación y se indican las actuaciones enfermeras apropiadas en cada situación.