La epidemia del VIH entre los usuarios de drogas por vía parenteral (UDVP) ha propiciado un mayor impulso a la perspectiva de la reducción de daños y ha sido el principal motivo por el que tanto responsables políticos y gestores como profesionales de la atención a la salud inicialmente reacios han posibilitado la implementación de este tipo de programas. Este artículo presenta datos recientes, tanto a nivel global como europeo y estatal, a) de la situación epidemiológica de la infección por VIH entre los UDVP y b) del estado de desarrollo de los programas de reducción de daños. La incidencia del VIH en el colectivo de UDVP no sólo sigue aumentando en diferentes ámbitos geográficos, por ejemplo, del Sudeste Asiático o de Europa del Este, sino que incluso experimenta repuntes en ciudades o grupos concretos de UDVP pertenecientes a territorios de Europa Occidental con una aparentemente aceptable estrategia de reducción de daños. Asimismo, de los 158 países que reconocen que en su territorio se consumen drogas ilegalizadas por vía endovenosa, únicamente 82 de ellos apoyan la reducción de daños, explícitamente en documentos sobre políticas de ámbito nacional y/o mediante la implementación o tolerancia de intervenciones como los programas de intercambio de jeringas o los de mantenimiento con agonistas opioides. Estos datos, confrontados con la consistencia y volumen de la evidencia disponible sobre la eficacia y efectividad de los programas de reducción de daños y riesgos en la prevención y manejo del VIH en el colectivo de UDVP, deben servir de llamamiento a evitar la complacencia en relación con la diversificación, accesibilidad y cobertura de los programas de reducción de daños y riesgos dirigidos a UDVP.