Fulgencio Buendía López, Juan Martínez Fuentes
En Fisioterapia respiratoria, al igual que en otros campos de actuación, nos encontramos con que, para conseguir una mayor eficacia en nuestro tratamiento, en numerosas ocasiones recurrimos a la utilización de ayudas mecánicas a las que, en un principio y en parte por intereses comerciales, se les atribuye una efectividad superior a las técnicas clásicas.
En este artículo nos vamos a centrar en los aparatos de presión espiratoria positiva y, concretamente, en la máscara PEP.
Se va a exponer el razonamiento fisiológico que se le atribuye a la presión espiratoria positiva (PEP) en la limpieza bronquial y, a partir de una recopilación bibliográfica de diferentes estudios comparativos de la máscara PEP con otras técnicas de Fisioterapia, vamos a intentar comprobar si esta explicación teórica se corresponde con los efectos que en la práctica a corto plazo tiene en comparación con estas técnicas, y que justifican su utilización para la eliminación de secreciones bronquiales. Con este fin, la bibliografía seleccionada está relacionada con la fibrosis quística y, en menor medida, con bronquitis crónica, postoperatorios y enfermos de VIH, situaciones todas que se acompañan de gran acúmulo de secreciones