Objetivos: El objeto de este trabajo ha sido analizar si la edad de la madre al nacimiento del niño, puede condicionar el consumo de alimentos y la ingesta de energía y nutrientes, así como la adecuación de la dieta, de sus hijos en edad preescolar.
Material y métodos: Se han recogido datos socioeconómicos, antropométricos y dietéticos, de un colectivo de 103 preescolares de Madrid, y se ha dividido a la población en función de que la madre fuera = 26 años (Percentil 25) o menor de 26 años en el momento de nacer su hijo.
Resultados: Un 25,2% de las madres de los preescolares estudiados, tuvieron a su hijo antes de los 26 años de edad y un 6,8% antes de los 18. Los niños de madres más jóvenes consumen menos azúcares (p < 0,01) y bebidas sin alcohol (p < 0,05), pero también menos frutas (p < 0,01), y más varios (p < 0,05). La energía aportada por las grasas fue inferior (p < 0,05) y la de hidratos de carbono superior (p < 0,05), en los niños de madres más mayores. Además, el perfil lipídico también fue más adecuado en estos niños, con un menor aporte calórico por parte de las grasas poliinsaturadas (p < 0,05). Igualmente, la ingesta de fibra (p < 0,05) y de vitamina C (p < 0,001) fue superior en los hijos de madres de mayor edad.
Conclusiones: Parece que la edad de la madre supone una influencia sobre los hábitos alimentarios y la dieta de sus hijos, pudiendo resultar un factor de protección frente a la inadecuación dietética en el niño, por lo que las madres más jóvenes quizás puedan requerir un asesoramiento especial en este sentido.