Carmen Moya Mejía, Marta Fernández Ros, J. Ibeas, Josefina Alcaraz Busqueta, N. Mañé, Joan Falcó Fagés, Elios Yuste Jiménez, Manuel García García, Joan Perandreu, José R. Fortuño
Los pacientes en hemodiálisis son cada vez más añosos, aumentando las complicaciones en su acceso vascular. Los catéteres permanentes (CP) tunelizados son una buena opción, pero presentan disfunciones y/o infecciones, provocando una alta morbilidad. Enfermería tiene un papel fundamental para minimizar este riesgo por lo que pensamos que su seguimiento y protocolización desde la multidisciplinaridad puede ser útil.
Nuestros objetivos fueron: valorar la utilidad del seguimiento sistemático del CPT, comparar tasa de infección y disfunción entres dos tipos de CPT, identificar variables asociadas a la infección y valorar existencia de relación entre infección y disfunción.
Estudiamos 52 CPT: 28 Opti-Flow y 24 Schon-Cath, colocados en 14 mujeres y 30 hombres con una media de edad de 72,3 años en los pacientes con Schon-Cath y 73,6 en los pacientes con Opti-Flow. Las variables estudiadas son: complicaciones en la colocación, problemas de funcionamiento e infección. Se recogieron datos en una base puesta en red e implementada on line por enfermería, nefrólogos y radiólogos.
Los resultados indicaron:
1. Una tasa global de 0,79 bacteriemias relacionadas con el catéter (BRC) / 1000 días de catéter, presentando un mayor número de casos de infección el Schon-Cath 2. Los Opti-Flow presentan una alta incidencia de intervenciones radiológicas y/o recambio y más posibilidades de salida espontánea.
3. Observamos una relación entre manipulación e infección, mayor en el Schon-Cath, atribuible a mayores problemas de flujos arteriales y presiones venosas.
4. La supervivencia del catéter aumenta con la administración de urokinasa (UK) e intervención radiológica.