Fundamentos: En Cuba las primeras causas de muerte den la población están encabezadas por las enfermedades del corazón. Se considera que diversos factores ya en la niñez y la adolescencia podrían estar relacionados con el desarrollo de estas enfermedades. El objetivo de este trabajo fue analizar las concentraciones de a tocoferol y lípidos séricos así como los factores que las afectan y las fuentes alimentarias de grasa y vitamina E en escolares cubanos.
Métodos: El estudio se realizó en el primer semestre de 2003 en una muestra de 1225 escolares de primero a sexto grado de 7 provincias (edades de 6 a 11 años) para la determinación de vitamina A. De esta muestra inicial se tomó una submuestra de 710 escolares para la determinación de a tocoferol (aTF), colesterol (CT), triglicéridos (TG), HDL-colesterol (HDL-C), lípidos totales y cálculo de aTF con las fracciones de lípidos. Los niveles plasmáticos de aTF se midieron por el método de HPLC y para el lipidograma se utilizaron técnicas colorimétricas. Se realizó una encuesta dietética donde se recogió la frecuencia de consumo en los seis meses anteriores a la toma de la muestra de los 8 alimentos principales fuentes de grasas.
Resultados: La media de los valores de aTF se encuentra dentro de valores deficientes. El 55,6% de los escolares de la zona occidental y el 42% de los de la zona central tienen valores deficientes. El resultado del lipograma indica valores superiores de TG y HDL-C en la región central con diferencias estadísticamente significativas. Las variables que explican los resultados de aTF son las mayores concentraciones de CT y la región de procedencia; los escolares que viven en la región central tienen mayores concentraciones de aTF con respecto a los que viven en la región occidental. La ingestión de hidratos de carbono es superior al 70% de la ingestión calórica total y la de grasa inferior al 20%.
Conclusión: Diversos estudios sugieren que los predictores bioquímicos de ateroesclerosis, como son las bajas concentraciones de HCL-C, pueden ser ya en la infancia temprana y la niñez muy buenos predictores de valores futuros, y el aTC es un factor adicional al que debe prestársele una atención especial en la nutrición en la infancia.