En la actualidad todavía estamos lejos de contar con modelos de comprensión y tratamiento de las adicciones que se sustenten en el funcionamiento cerebral. El objetivo de este trabajo es elaborar un modelo integrador entre psicología clínica y neuropsicología con el fin de anclar nuestras intervenciones clínicas en enfoques que nos acerquen al discurso de la neurociencia. Más en concreto, se revisan tres modelos de intervención de amplia utilización en adicciones como son la entrevista motivacional, la prevención de recaídas y el trabajo con redes sociales. Posteriormente, se relacionan estos enfoques con su posible efecto en el funcionamiento cerebral, basándonos en el reconocido ¿modelo jerárquico¿ de Stuss y Benson y en el modelo de circuitos cerebrales propuesto por Volkow, Fowler y Wang. Así cada intervención tendría como objetivo eliminar diversas funciones cerebrales que se ven modificadas durante el proceso adictivo. Las intervenciones propias de la entrevista motivacional mejorarían el funcionamiento del nivel superior de procesamiento cerebral, aumentando la conciencia del problema. Estrategias del trabajo con redes sociales como la detección de situaciones de riesgo o la evitación de estímulos condicionados incidirían en los niveles de procesamiento básico y de control de activación de acciones. Técnicas propias de la prevención de recaídas como la exposición con prevención de respuesta o el manejo del E.V.A. influirían en el funcionamiento de los niveles de autocontrol y de funciones básicas. Además, estos enfoques de tratamiento también modificarían los circuitos de recompensa, motivación, memoria y control cognitivo. En definitiva, la finalidad es someter al sujeto una serie de experiencias para que las relaciones cerebro-mente se orienten en una dirección más adaptativa.