La utilización de eritropoyetinas recombinantes humanas en pacientes con cáncer mejora la anemia y la calidad de vida. Este hecho ya demostrado hacía presagiar una repercusión positiva en los resultados de la radioterapia y la quimioterapia y en el pronóstico oncológico global. Estudios clínicos recientes parecen indicar, todavía de modo provisional, un detrimento en lugar de mejora en la supervivencia cuando se administran estos fármacos. La eritropoyetina aparece cada vez más nítidamente como una hormona mucho más compleja de lo que suponíamos. Sus efectos no eritropoyéticos incluyen, entre muchos otros, estimulación de la angiogénesis y de la proliferación celular de diversas líneas tumorales. Revisamos la eritropoyetina como hormona natural y las diversas eritropoyetinas recombinantes humanas existentes, deteniéndonos en el confuso panorama actual de su utilización en oncología. Concluimos que debe extremarse la cautela cuando se utilice en pacientes con cáncer y proponemos limitar su uso a anemias sintomáticas y, en todo caso, establecer como objetivo valores de hemoglobina muy moderados