INTRODUCCIÓN.
La razón que fundamenta este estudio es la preocupación por la diferencia que existe entre cómo hacen las enfermeras su trabajo, en relación a cómo deben hacerlo, a partir de un método. Este hecho fue llamado por 1º vez en 1953 ¿brecha teórico-práctica¿ (Nuffield, 1953, citado en McCaugherty, 1991) Algunos autores enmarcan la diferencia en la prestación de cuidados holísticos, teniendo en cuenta la persona de forma global, frente a la ejecución de la técnica para el proceso que padece la persona cuidada (Henderson, 2002). La mayor parte de los estudios realizados en España centran la brecha en el uso de la Metodología Enfermera de modo que en la no utilización está la diferencia.
DESARROLLO TEÓRICO La contextualización de los conceptos ¿teoría y práctica enfermera¿ nos lleva a realizar un recorrido diferenciado entre ambos ya que la práctica, plantea su existencia ¿¿ desde el comienzo de la vida¿ (Collière, 1993, p.5) mientras que la ¿teoría en enfermería¿ tiene sus comienzos en distintas fechas según autores, aunque la mayoría identifican su nacimiento a mediados del siglo XX (excepción hecha de Nightingale versus Ernesto Rusca) cuando profesionales, mayoritariamente anglosajones, comenzaron a escribir sobre la enfermería, probablemente al albor del cambio en la visión de la Filosofía Moderna de la Ciencia (Hernández y cols, 2003).
En el campo de la teoría se enmarcan los Modelos y Teorías que hablan de la Filosofía Enfermera y el Proceso Enfermero como sistema de planificación para la ejecución de los cuidados de enfermería compuesto actualmente por cinco etapas: Valoración, Diagnóstico, Planificación, Ejecución y Evaluación.
Los autores que promueven su uso reconocen entre sus beneficios: A. Mejora en la comunicación (Serrano y Garrido, 2000).
B. La delimitación del campo profesional al identificar los fenómenos de interés y dar fundamento a la investigación (Hernández y cols., 2003).
C. Proporciona un plan de trabajo eficaz y eficiente, evita que se pierda de vista el factor humano, promueve la flexibilidad y el pensamiento crítico, adapta las intervenciones al individuo (Alfaro-LeFevre, 2003).
En esta línea los conocimientos que se imparten en la formación de pregrado incluyen Modelos, Teorías y Metodología enfermera pero, a pesar de la prolífica producción generada y de su intensa transmisión académica, la práctica ha continuado basada en principios y tradiciones.
El diseño de este trabajo es el de un Estudio transversal descriptivo, basado en una encuesta de elaboración propia, que ha sido validada durante la investigación.
CONCLUSIONES 1.- La metodología enfermera, considerando los conocimientos que poseen las enfermeras y con los recursos de que disponen, en el Área de Salud de Fuerteventura, no se puede utilizar en la práctica asistencial diaria.
2.- Los profesionales muestran una actitud favorable a la utilización de la metodología enfermera.
3.- Se ha confirmado la existencia de dificultades estructurales y de funcionamiento que condicionan el uso de la metodología, fundamentalmente en el ámbito de la Atención Especializada.
4.- Las enfermeras se han formado durante el pregrado en metodología enfermera, conocen el proceso y sus etapas. La estructura de cinco fases y la sistemática de uso actuales del proceso enfermero, son consideradas útiles para la enseñanza en el pregrado.
5.- Las relaciones que se establecen entre las actitudes y dificultades expresadas y la formación de posgrado son muy relevantes, aspectos ya considerados en diferentes trabajos.
6.- De los factores analizados en el perfil sociodemográfico y profesional solo ejercen influencia en las actitudes de las enfermeras en el uso de la metodología: la formación de posgrado y el ámbito donde desempeñan su trabajo asistencial.
Otras conclusiones extraídas a partir de este trabajo son: I. El uso de un cuestionario podría facilitar la implementación de la metodología enfermera en la práctica asistencial y advertir sobre las diferencias que emergen cuando se utiliza, lo que abre la posibilidad de evaluar con mayor consistencia los resultados de la práctica.
II. La identificación de la aportación enfermera debe delimitar los aspectos que se sitúan en su ámbito de competencia, utilizando lenguajes consensuados y centrando el esfuerzo en las respuestas de las personas.
III. Las enfermeras desempeñan papeles diferentes en el ámbito de la Atención Primaria y en el de Atención Especializada , por tanto la metodología también debe mostrar esta diferencia. La adaptación debe ser realizada por los profesionales, los docentes y los gestores.