INTRODUCCIÓN Las heridas crónicas engloban un amplio número de lesiones como son las úlceras por presión (UPP), las úlceras de extremidad inferior (UEI) o las úlceras de pie diabético (UPD) entre otras. Aunque poseen unas características propias muy diferenciadas derivadas de una fisiopatología y etiología muy diversa, podemos definirlas como aquellas heridas que han fracasado en su progresión a través de las fases normales de cicatrización, lo que conlleva un retraso temporal en su curación.
Es necesario conocer las peculiaridades asociadas a la fisiopatología y etiología de cada tipo de herida crónica para conseguir una cicatrización adecuada de estas lesiones en un plazo aceptable, además de identificar, abordar y comprender los factores que pueden enlentecer o impedir una correcta cicatrización.
Las heridas crónicas suponen un grave problema de salud pública, ya que están asociadas a una elevada morbi-mortalidad, afectando además a un número cada vez mayor de personas en el mundo. Conllevan enormes costes económico a los sistemas sanitarios, ya sea por costes directos o indirectos. Además, provocan una importante pérdida de bienestar y calidad de vida en las personas que las sufren, lo que acarrea un gran impacto social.
Las respuestas a nivel teórico-práctico al problema complejo y creciente ocasionado por las heridas crónicas han sido muchas, aunque a menudo se han puesto en marcha de forma aislada y descoordinada.
Entre estas respuestas se encuentran la formación específica y la especialización del personal sanitario, el desarrollo de sistemas de certificación y acreditación, la implantación de instrumentos de normalización de la práctica clínica como las guías de práctica clínica, el uso de la Teleasistencia-Telemedicina o la adopción de nuevas estrategias organizativas. En este último caso, cobra especial relevancia la adopción de enfoques interdisciplinarios-transdisciplinarios que permiten el abordaje eficaz de estas lesiones desde la perspectiva del trabajo en equipo.
En este contexto, en los últimos años, ha surgido un modelo organizativo que pretende integrar todas estas respuestas mediante el diseño de estructuras asistenciales específicas para la atención de los pacientes con heridas crónicas: las unidades de heridas-clínicas de heridas.
Estas unidades suelen tener características heterogéneas y poco uniformes, recibiendo diferentes denominaciones según el ámbito geográfico donde estén ubicadas. Estas estructuras guardan generalmente una característica en común: se establecen alrededor de un sistema organizativo basado en una estructura de departamento-servicio unificado que integra a profesionales de diferentes disciplinas, e incluyen con frecuencia elementos de los sistemas de consultoría y telemedicina.
El modelo de unidades de heridas esta bien asentado en algunos países de nuestro entorno. Sin embargo, aunque existe un interés creciente por este tema, actualmente no existen apenas trabajos publicados que aborden esta temática en general, y en nuestro país en particular.
Apenas tenemos información acerca del número, distribución, funcionamiento y características de estas estructuras en España. Esta investigación tiene como propósito principal determinar cuántas unidades de heridas existen en nuestro país actualmente, a la vez que pretende analizar las características y rasgos más importantes de estas unidades.
El estudio de estas unidades puede servir para fomentar un mayor desarrollo de este modelo de atención a las personas con heridas crónicas. Es muy probable que existan algunas barreras que entorpezcan o impidan la implantación y difusión de este modelo en nuestro contexto sanitario. Contar con información actualizada sobre este tema puede servir como apoyo para el impulso en la creación de nuevas unidades en nuestro territorio, además de dar visibilidad a las unidades ya establecidas.
DESARROLLO Esta investigación se estructura en dos fases. La Fase 1 de nuestra investigación corresponde con el diseño y creación de un cuestionario para recogida de datos en las unidades de heridas. La Fase 2 se corresponde con el muestreo y reclutamiento de unidades, la recogida de información de estas y el análisis de los datos recabados.
CONCLUSIÓN La unidades de heridas en nuestro país poseen características muy heterogéneas y diversas. Existen importantes diferencias en la implantación de este modelo, variando según CC.AA. o el contexto sanitario. Sin embargo, este modelo parece estar en alza en nuestro país. Esta unidad tipo está ubicada en un hospital o bien integrada en una estructura sanitaria que ofrece cobertura a todo un área sanitaria, con una zona de influencia regional y que presta atención tanto a personas con heridas crónicas como a profesionales sanitarios. Consta generalmente de plantillas cortas, aunque cuentan con equipos consultor y de apoyo. El liderazgo suele ostentarlo un profesional de enfermería con largo recorrido profesional. Las heridas que requieren más demanda asistencial suelen ser las UEI, especialmente las UV, UA y las UPD, así como las UPP. La CAH, la TPTN, el uso de descargas y la terapia compresiva son tratamientos con alto grado de implantación. La realización de actividades formativas y en menor grado la actividad investigadora también son parte importante de la agenda de la unidad. Con frecuencia tiene problemas en sus inicios relacionados con la presencia de Barreras por recelo-oposición y Barreras presupuestarias.