María Inmaculada Navas Sánchez-Tirado
La investigación lleva a cabo un análisis exhaustivo de la literatura sobre los factores psicosociales que afectan la vejiga hiperactiva (VH) en la infancia, subrayando la importancia de las relaciones sociales y la calidad de vida de los niños afectados. Mediante una revisión sistemática conforme a las directrices PRISMA, se evalúan estudios que vinculan problemas urinarios con repercusiones psicológicas, tales como la baja autoestima, la ansiedad y la exclusión social. Los resultados indican que estos niños pueden enfrentar dificultades adicionales, como el trastorno por déficit de atención, el autismo y la discapacidad intelectual, que complican su comunicación e integración social. En cuanto a las opciones de tratamiento, los estudios sugieren que las intervenciones médicas o científicas se centran principalmente en aspectos fisiológicos, utilizando desde ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico hasta biofeedback y medicamentos, mientras que las intervenciones psicosociales son escasas. El biofeedback, en particular, ha demostrado ser una estrategia eficaz al mejorar el control neuromuscular y la función motora de manera no invasiva, lo que contribuye a mejorar la calidad de vida de los pacientes. Además, factores familiares y sociales, como el maltrato infantil, el contexto socioeconómico y la estructura familiar, también influyen en los síntomas y la gravedad de la VH. La literatura revisada resalta la necesidad de enfoques de tratamiento multidisciplinarios que integren apoyo emocional y social, así como una educación más adecuada para el entorno familiar y escolar, con el fin de reducir los estigmas y facilitar la adaptación social de los niños con VH. A pesar de los avances en el tratamiento de la VH, los estudios evidencian una falta de intervenciones terapéuticas que aborden de manera integral los factores psicosociales, sugiriendo que estas intervenciones son cruciales para mitigar los efectos del trastorno en el desarrollo emocional y social de los niños.
The research conducts a comprehensive review of the literature on psychosocial factors affecting overactive bladder (OAB) in childhood, highlighting the importance of social relationships and quality of life for affected children. Using a systematic review in accordance with PRISMA guidelines, studies linking urinary problems with psychological repercussions, such as low self-esteem, anxiety and social exclusion, are evaluated. The results indicate that these children may face additional difficulties, such as attention deficit disorder, autism, and intellectual disability, which complicate their communication and social integration. As for treatment options, studies suggest that medical or scientific interventions focus mainly on physiological aspects, using everything from pelvic floor strengthening exercises to biofeedback and medications, while psychosocial interventions are scarce. Biofeedback, in particular, has proven to be an effective strategy by improving neuromuscular control and motor function in a noninvasive manner, which contributes to improving patients’ quality of life. In addition, family and social factors, such as childhood maltreatment, socioeconomic context and family structure, also influence the symptoms and severity of HV. The literature reviewed highlights the need for multidisciplinary treatment approaches that integrate emotional and social support, as well as more appropriate education for the family and school environment, to reduce stigma and facilitate the social adaptation of children with HV. Despite advances in the treatment of HV, studies evidence a lack of therapeutic interventions that comprehensively address psychosocial factors, suggesting that these interventions are crucial to mitigate the effects of the disorder on children’s emotional and social development.