Fuenlabrada, España
El vértigo se define como la sensación de inestabilidad con giro de objetos. En pediatría, debido a la dificultad de los pacientes a la hora de expresar sus síntomas (sobre todo en los más pequeños), se debe tener en cuenta el vértigo a la hora de abordar un paciente que consulta por inestabilidad, mareo, vómitos recurrentes o en lactantes con episodios paroxísticos de irritabilidad.
El diagnóstico de vértigo es clínico, por lo que realizar una buena anamnesis y una exploración física completa es fundamental. Es importante clasificar el vértigo en periférico o central, dado que conlleva un manejo diferente y, así mismo, para diferenciar entre episodios agudos únicos y agudos recurrentes. Además, siempre que sea posible, la exploración se completará con un examen neurootológico por parte de un especialista en otorrinolaringología (ORL).
Se presentan a continuación una serie de casos de vértigo periférico diagnosticados en las urgencias de pediatría y, a raíz de estos, se hace un repaso de las principales características y etiologías del vértigo periférico en pediatría.