Los quistes odontogénicos aparecen en el maxilar o la mandíbula y se generan por la proliferación de restos epiteliales estimulados habitualmente por una periodontitis. Son infrecuentes en niños. No suelen dar síntomas y el diagnóstico es radiográfico casual. La evolución del quiste odontogénico o periapical suele ser lenta, pero tiende a destruir el hueso adyacente, por lo que requiere tratamiento. Describimos un caso clínico que tuvo una presentación no habitual.