M. Rosa Albañil Ballesteros, Ana Cubero Santos, M.ª José Martínez Chamorro, Mª Eulalia Muñoz Hiraldo, Josefa Ares Álvarez, Beatriz Morillo Gutiérrez, Mª Ángeles Suárez Rodríguez, Rafael Jimenez Alés
Introducción: el tratamiento empírico de la infección urinaria (IU) requiere conocer las resistencias a antibióticos de los uropatógenos más frecuentes. El objetivo de este estudio fue identificar los patógenos responsables de IU pediátricas comunitarias, analizar sus resistencias a antibióticos y su relación con las variables estudiadas.
Pacientes y métodos: estudio descriptivo, longitudinal, prospectivo y multicéntrico de ámbito nacional realizado desde las consultas de Pediatría de Atención Primaria. Se recogieron los episodios de IU identificados en los cupos pediátricos (0 a 15 años) de 187 colaboradores (187 058 pacientes), independientemente del lugar en el que se diagnosticaron o trataron, entre el 1/10/2019 y el 31/12/2020.
Resultados: se registraron 588 episodios de IU. Escherichia coli fue el patógeno más frecuente (79,67%), seguido de Proteus spp., Klebsiella spp. y Enterococcus spp. En el 1,50% de los casos, se aislaron enterobacterias productoras de betalactamasas de espectro extendido (BLEE). Los antibióticos orales con menor porcentaje de resistencia fueron cefalosporinas de tercera generación, cefuroxima y fosfomicina (3,88%, 4,81% y 6,30%, respectivamente). Las resistencias a cefalosporinas de primera generación, gentamicina y amikacina fueron 8,69%, 7,55% y 3,23%, respectivamente. Las resistencias a amoxicilina-clavulánico fueron del 23,85% (34,51% en varones) y del 23,40% a cotrimoxazol.
Conclusiones: E. coli fue el patógeno más frecuentemente aislado. Amoxicilina-clavulánico y cotrimoxazol no deben utilizarse empíricamente. Cefalosporinas de segunda y tercera generación y fosfomicina podrían ser (según la edad y el tipo de infección) el antibiótico empírico de elección. Es necesario testar la sensibilidad local a cefalosporinas de primera generación.