Diego Harguindeguy
Introducción: El síndrome del túnel cubital responde, en la gran mayoría de los casos, a un tratamiento conservador. Cuando debe recurrirse al tratamiento quirúrgico existen dos categorías de procedimientos: la descompresión (in situ y la epitroclectomía) y la transposición (subcutánea, submuscular o intramuscular). En este trabajo se propone la descompresión in situ y el cierre del canal epitrócleo-olecraniano que modifica los dos mecanismos de producción en forma conjunta: compresión y tracción.
Materiales y métodos: Entre 1996 y 2004 fueron operados 64 pacientes con síndrome del túnel cubital primario de ambos sexos, cuya una edad promedio era de 42 años (10-75). Se incluyeron 15 pacientes de tipo I, 33 de tipo II y 16 de tipo III de la clasificación de McGowan. La técnica consistió en: apertura del ligamento de Osborne y de la fascia del flexor carpi ulnaris; liberación amplia del nervio cubital con preservación de su irrigación extrínseca y las ramas motoras del flexor carpi ulnaris y cierre del canal epitrócleo-olecraniano. Todos los pacientes fueron operados con la técnica propuesta comenzando en el posoperatorio inmediato con movimientos de pronosupinación completa, asociados con flexión-extensión limitada durante tres semanas. En todos los casos el seguimiento fue de al menos 6 meses.
Resultados: Fueron satisfactorios en 62 pacientes (97%).
Dos pacientes (tipo III) no mostraron ninguna mejoría.
Aunque algunos presentaron hiperestesia en la cicatriz, todos retomaron sus actividades habituales. Ninguno debió ser reoperado.
Conclusiones: El procedimiento propuesto actúa por un doble mecanismo. La descompresión in situ corrige la compresión y el cierre del canal epitrócleo-olecraniano evita el mecanismo de tracción. Es un procedimiento simple y seguro que permite una amplia movilidad del nervio, aunque manteniendo íntegra su vascularización y sin riesgos para las ramas motoras proximales. Evita la subluxación recidivante del nervio cubital, por lo que no necesita epitroclectomía asociada que, al igual que las técnicas de transposición, requiere pasos adicionales que aumentan el riesgo de complicaciones. Asimismo, permite la inmediata movilización controlada posoperatoria por parte del propio paciente, con pronta recuperación y reinserción a las actividades habituales.
Background: Most of the cubital tunnel syndrome (CTS) cases respond to conservative treatment. When surgical treatment is required two categories of procedures can be used: decompression (in situ and medial epicondylectomy) and transposition: (subcutaneous, submuscular or intramuscular). This paper proposes decompression in situ and epitrochlear-olecranon groove closure that modifies both production mechanisms: compression and traction.
Methods: Between 1996 and 2004 sixty four CTS patients, of both sexes, were operated. The average age was 42 (range: 10-75). The series included the following patients: 15: type I; 33: type II, and 16: type III of the Mc Gowan’s classification. Technique: opening the Osborne ligament and the flexor carpi ulnaris fascia. Wide release of the ulnar nerve preserving its extrinsic irrigation and the motor branches of the flexor carpi ulnaris. Epitrochlear-olecranon groove closure. All patients were operated with the proposed technique, starting in the short-term post-op with complete pronosupination movements associated to limited flexion and extension for three weeks.
All cases had a follow up of at least 6 months.
Results: Satisfactory in 62 patients (97%), and although some patients presented scar hyperesthesia, all of them returned to their everyday activities. Two patients (3%) (type III) did not show any improvement. No patients were re-operated in this series.
Conclusions: The proposed procedure acts through a double mechanism. The decompression in situ corrects the compression, and the epitrochlear-olecranon groove closure prevents traction. It is a simple and safe procedure allowing for a wide mobilization of the nerve, although maintaining entirely its vascularity and posing no risks to the proximal motor branches. It prevents the ulnar nerve recurrent dislocation, not requiring therefore an associated medial epicondylectomy that, just like the transposition techniques, requires additional steps that increase the risk of complications. It also allows for an immediate post-op patient-controlled mobilization, with prompt recovery and return to everyday activities.