R. Arístegui, Yolanda Valcárcel Rivera, Rodrigo Jiménez García , Ángel Gil de Miguel
Objetivo: evaluar la seguridad y efectividad de amlodipino en pacientes ancianos hipertensos de nuevo diagnóstico o de diagnóstico previo, no controlados farmacológicamente.
Método: estudio multicéntrico, observacional, prospectivo de farmacovigilancia. Se realizó en pacientes mayores de 64 años, diagnosticados de hipertensión, de nuevo diagnóstico o con diagnóstico previo, que fueron atendidos por médicos especialistas en el manejo de la hipertensión.
Resultados: se evaluó a 726 pacientes; de ellos, 234 (32,2%) eran de nuevo diagnóstico y 492 (67,8%) estaban siendo tratados con otros fármacos antihipertensivos. Según la clasificación de riesgo cardiovascular de la OMS, el 25,3% se encontraba en riesgo alto y el 52,4%, en riesgo muy alto. A los 6 meses de seguimiento, el porcentaje de pacientes que alcanzaba el control, según los criterios de la OMS, fue del 45,7%. La reducción de la presión arterial sistólica (PAS) fue de 30,03 mmHg, lo que indica una reducción del 17,6%, mientras que para la presión arterial diastólica (PAD) la reducción fue de 14,96 mmHg, lo que indica una reducción del 15,6%. La presión de pulso se redujo en 19,06 mmHg, lo que supuso una reducción del 23,1%.
Un total de 42 pacientes (6%) presentó acontecimientos adversos, la mayoría de carácter leve-moderado, y sólo en 6 pacientes se observó algún efecto adverso serio (en todo caso, ninguno relacionado con el fármaco en estudio).
Conclusiones: el amlodipino ha mostrado ser un fármaco efectivo y seguro (en monoterapia o terapia combinada) en el control de la presión arterial en ancianos con otros factores de riesgo cardiovascular asociados.