La enfermedad de Ménière es un trastorno del oído interno que provoca vértigo, hipoacusia fluctuante, acúfenos y presión en el oído afectado. Esta patología deteriora la calidad de vida debido a la imprevisibilidad de los síntomas. Aunque la causa exacta se desconoce, se cree que un aumento en el volumen de la endolinfa del oído interno es el desencadenante de los síntomas, posiblemente asociado a factores genéticos, anatómicos o inmunológicos.
En términos epidemiológicos, afecta entre 12 y 200 personas por cada 100,000 habitantes al año, con mayor incidencia entre los 40 y 60 años, siendo más común en mujeres y afectando principalmente a un solo oído.
El diagnóstico se basa en criterios clínicos y pruebas audiométricas, junto con estudios vestibulares. La prevención se enfoca en cambios en el estilo de vida y la dieta.
El tratamiento busca aliviar los síntomas mediante diuréticos, antivertiginosos y corticosteroides. También se utilizan terapias de rehabilitación vestibular y, en casos graves, procedimientos quirúrgicos. Aunque no existe cura definitiva, las terapias actuales ayudan a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Menière’s disease is an inner ear disorder that causes vertigo, fluctuating hearing loss, tinnitus, and pressure in the affected ear. This condition deteriorates quality of life due to the unpredictability of symptoms. Although the exact cause is unknown, it is believed that an increase in the volume of endolymph in the inner ear triggers the symptoms, possibly associated with genetic, anatomical, or immunological factors.
In epidemiological terms, it affects between 12 and 200 people per 100,000 inhabitants per year, with a higher incidence between the ages of 40 and 60. It is more common in women and usually affects only one ear.
The diagnosis is based on clinical criteria and audiometric tests, along with vestibular studies. Prevention focuses on lifestyle and dietary changes.
The treatment aims to relieve symptoms with diuretics, antivertiginous drugs, and corticosteroids. Vestibular rehabilitation therapies are also used, and in severe cases, surgical procedures. Although there is no definitive cure, current therapies help manage symptoms and improve quality of life.