La reacción en cadena de la polimerasa, abreviada PCR por su nombre en inglés (Polymerase Chain Reaction) se ha popularizado en el lenguaje coloquial a raíz de la pandemia de COVID-19, pero su uso en laboratorio es muy habitual desde hace muchos años. Esta técnica de amplificación de ADN mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) consiste en la replicación in vitro de un fragmento de ADN específico. Para realizar la técnica será necesario conocer, al menos en parte, la secuencia del fragmento a amplificar (un gen, una parte de un gen o una región de ADN). La técnica replicará el fragmento de ADN para conseguir realizar in vitro lo que las células hacen in vivo para replicar su ADN.
La PCR permite “amplificar” o “fotocopiar” diminutos segmentos de ADN millones de veces de manera que luego se pueda demostrar su presencia con facilidad. Se puede contemplar esta técnica como uno de los avances científicos más importantes en biología molecular, que valió a su creador, Kary B. Mullis, el Premio Nobel de Química en 1993.
Sus usos son múltiples y van desde la secuenciación del ADN hasta la generación de perfiles de ADN forense a partir de muestras genéticas, pasando por la identificación de patógenos gracias a la detección de la ausencia o presencia de sus genes.
The polymerase chain reaction, abbreviated PCR by its English name (Polymerase Chain Reaction), has become popular in colloquial language because of the COVID-19 pandemic, but its use in the laboratory has been very common for many years. This DNA amplification technique using the polymerase chain reaction (PCR) consists of the in vitro replication of a specific DNA fragment. To perform the technique it will be necessary to know, at least in part, the sequence of the fragment to be amplified (a gene, a part of a gene or a region of DNA). The technique will replicate the DNA fragment to achieve in vitro what cells do in vivo to replicate their DNA.
PCR allows tiny segments of DNA to be “amplified” or “photocopied” millions of times so that their presence can then be easily demonstrated. This technique can be seen as one of the most important scientific advances in molecular biology, which earned its creator, Kary B. Mullis, the Nobel Prize in Chemistry in 1993.
Its uses are multiple and range from DNA sequencing to the generation of forensic DNA profiles from genetic samples, including the identification of pathogens thanks to the detection of the absence or presence of their genes.