La enfermedad coronaria arterial (EAC) representa un riesgo significativo para la salud de la población mundial y se necesita una intervención de la teoría del cambio de comportamiento en el estilo de vida y las actividades físicas para mejorar la calidad de vida del paciente. Nuestro objetivo principal es examinar la aplicación del programa de intervención de cambio de comportamiento en el estilo de vida y la calidad de vida de los pacientes después de una intervención coronaria. El ensayo controlado aleatorio se llevó a cabo en el Hospital Fuawi y contó con 156 participantes divididos en grupos de control e intervención. Los resultados primarios mostraron cambios significativos y un aumento en los niveles de actividad física entre la intervención y los controles, y el grupo de intervención mostró una mayor frecuencia, duración e intensidad tanto en la actividad física moderada como en la caminata. Los resultados secundarios mostraron reducciones significativas en la presión arterial, el IMC y una mejor calidad de vida relacionada con la atención médica. Además, se observaron cambios significativos en el estilo de vida con el abandono del hábito de fumar, el aumento de la ingesta de dietas saludables, el estrés y el manejo del sueño. Por lo tanto, el programa de cambio de intervención conductual fue significativo para mejorar los resultados de los pacientes con EA a través del aumento de los niveles de actividad física, una mayor calidad de vida y cambios en el estilo de vida.
Coronary artery disease (CAD) poses a significant health risk to the global population and behavioural change theory intervention on lifestyle and physical activities are needed to improve patient's quality of life. Our main objective is to examine the application of behaviour change intervention program on the on the lifestyle and quality of life of patients after coronary intervention. The randomised controlled trial was carried at Fuawi Hospital consisting of 156 participants divided into control and intervention groups. The primary outcomes showed significant changes and increase in levels of physical activity between intervention and controls with the intervention group showing higher frequency, duration and intensity in both moderate physical activity and walking. Secondary outcomes showed significant reductions in the blood pressure, BMI, and improved healthcare-related quality of life. Alsos, significant lifestyle changes were observed with cessation of smoking, increased intake of healthy diets, stress and sleep management. Thus, the behavioural intervention change program was significant in improving the outcomes of CAD patients through increased levels of physical activity, increased quality of life and lifestyle changes.