Esther Vinué Salvoch, Irene Vinué Salvoch, Paula Vinué Salvoch, Alba Bailo Lisbona, Marta Rena Sánchez, Vanesa Gracia Puértolas
El cáncer de ovario es una enfermedad en la que se forman células malignas en los tejidos de los ovarios. Es uno de los cánceres ginecológicos más letales debido a su diagnóstico tardío, ya que los síntomas suelen ser vagos e inespecíficos, como hinchazón abdominal, dolor pélvico, dificultad para comer y necesidad urgente de orinar. Existen varios tipos de cáncer de ovario, siendo el más común el carcinoma epitelial.
La prevención del cáncer de ovario no es completamente posible, pero ciertos factores pueden reducir el riesgo. Estos incluyen el uso de anticonceptivos orales, la maternidad y la lactancia, y la extirpación de los ovarios y las trompas de Falopio en mujeres con alto riesgo. Las pruebas genéticas pueden identificar mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, que aumentan significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de ovario, permitiendo medidas preventivas proactivas.
El tratamiento suele involucrar una combinación de cirugía y quimioterapia. La detección temprana es crucial y puede mejorarse mediante la vigilancia de mujeres con alto riesgo, exámenes pélvicos regulares y pruebas de imagen, aunque estos no son completamente efectivos para detectar el cáncer en etapas iniciales. La investigación continúa en busca de mejores métodos de detección y tratamiento para mejorar las tasas de supervivencia.
Ovarian cancer is a disease in which malignant cells form in the tissues of the ovaries. It is one of the most lethal gynecological cancers due to its late diagnosis, since the symptoms are usually vague and nonspecific, such as abdominal bloating, pelvic pain, difficulty eating, and an urgent need to urinate. There are several types of ovarian cancer, the most common being epithelial carcinoma.
Preventing ovarian cancer is not completely possible, but certain factors can reduce the risk. These include the use of oral contraceptives, motherhood and breastfeeding, and removal of the ovaries and fallopian tubes in women at high risk. Genetic testing can identify mutations in the BRCA1 and BRCA2 genes, which significantly increase the risk of developing ovarian cancer, allowing for proactive preventive measures.
Treatment usually involves a combination of surgery and chemotherapy. Early detection is crucial and can be improved by surveillance of high-risk women, regular pelvic exams and imaging tests, although these are not completely effective in detecting cancer in early stages. Research continues to search for better screening and treatment methods to improve survival rates.