Valencia, España
La integración de la inteligencia artificial en el entorno sanitario tiene el potencial de transformar la práctica clínica, mejorando la atención individualizada y la comunicación interdisciplinaria. Sin embargo, su éxito depende de superar desafíos éticos como la privacidad de los datos y la capacitación profesional. La conclusión principal es que la IA debe implementarse para reducir la carga administrativa de los clínicos, permitiéndoles dedicar más tiempo al cuidado empático y personalizado de los pacientes, lo cual es fundamental en la medicina moderna.