La primera prótesis de válvula aórtica por vía transfemoral fue implantada por Cribier en 2002. En esta intervención, la válvula aórtica no es reemplazada, los velos calcificados son desplazados al expandirse el stent con las nuevas valvas. Es un procedimiento de carácter menos invasivo que la cirugía cardiaca, muchas veces de elección para pacientes geriátricos o con otras comorbilidades que se consideraban inoperables o de alto riesgo1.
Estas intervenciones ponen de manifiesto la longevidad de la población en la actualidad. Su éxito se debe a varios factores comunes entre los que destacan el estudio multidisciplinar e integral de cada paciente, el dominio de las vías de acceso y el gran avance en la cardiología intervencionista con una innovación de los dispositivos, el tratamiento médico adicional y la valoración a largo plazo de tratamiento y resultados2.
Con este tipo de procedimientos la recuperación y la movilidad postoperatoria son más rápidas y se minimiza la pérdida de sangre1.
Esta técnica no está exenta de complicaciones, el ictus puede ser una de las posibles consecuencias, también los trastornos de la conducción auriculoventricular que precisen de un implante de marcapasos y las complicaciones vasculares relacionadas con el punto de acceso3.
The first transfemoral aortic valve prosthesis was implanted by Cribier in 2002. In this intervention, the aortic valve is not replaced, the calcified leaflets are displaced as the stent expands with the new leaflets. It is a less invasive procedure than cardiac surgery, often chosen for geriatric patients or those with other comorbidities that were considered inoperable or high risk1.
These interventions reveal the longevity of the population today. Its success is due to several common factors, among which the multidisciplinary and comprehensive study of each patient, mastery of access routes and the great advance in interventional cardiology with device innovation, additional medical treatment and assessment stand out. long-term treatment and results2.
With this type of procedure, recovery and postoperative mobility are faster and blood loss is minimized1.
This technique is not free of complications; stroke can be one of the possible consequences, as well as atrioventricular conduction disorders that require a pacemaker implant and vascular complications related to the access point3.