Cada vez es más habitual encontrar pacientes portadores de un catéter venoso central (CVC) en cualquier zona hospitalaria; a diferencia de hace unas décadas, donde su exclusividad residía en áreas de quirófano, unidades de cuidados intensivos (UCI) o el vital de urgencias.
Se trata de dispositivos cuyo extremo distal se sitúa cerca de la aurícula derecha del corazón y nos dispone de varios accesos venosos en uno solo; desde dos hasta cuatro accesos, lo que nos permite administrar soluciones y medicamentos que no serían posibles a través de un catéter venoso periférico (CVP).
Cuando la canalización de un CVC se realiza a través de un acceso periférico situado en las extremidades superiores del paciente, es el personal de enfermería el encargado de su canalización y posteriores cuidados para su correcto mantenimiento y funcionamiento.
It is becoming more common to find patients with a central venous catheter (CVC) in any hospital area; unlike few decades ago, where its exclusivity resided in surgical areas, intensive care units (ICU) or the critical emergency area.
These are devices whose distal end is located near the right atrium of the heart and provides us with several venous accesses in one; from two to four accesses, allowing us to introduce solutions and medications that wouldn’t be possible through a peripheral venous catheter (PVC).
When the canalization of a CVC is done through a peripheral access in the patient’s upper extremities, the nursing staff is in charge of its canalization and subsequent care for its correct maintenance and operation.