La fractura de cadera es una lesión común en la población geriátrica, que afecta significativamente la funcionalidad y calidad de vida. Generalmente, es causada por caídas, provoca un dolor agudo que limita la movilidad. El manejo del dolor en estos pacientes es complejo debido a las comorbilidades y la fragilidad. Tradicionalmente, se utilizan opioides y antiinflamatorios no esteroideos, que, aunque son efectivos, presentan diversos efectos secundarios.
La tracción blanda o cutánea ha surgido como una alternativa menos invasiva para el control del dolor. Este método aplica una tensión suave mediante una banda o dispositivo alrededor de la extremidad afectada, con el objetivo de reducir el desplazamiento de la fractura y estabilizar la extremidad. Sin embargo, su aplicación requiere una colocación cuidadosa y monitoreo continuo para evitar complicaciones.
Una revisión de la literatura, basada en búsquedas en bases de datos como PubMed, Scopus y Cochrane Library, sobre la eficacia de la tracción blanda. Algunos estudios indican beneficios en la reducción del dolor preoperatorio, pero no se encontró evidencia consistente que respalde su uso rutinario y destacó posibles complicaciones como úlceras por presión. En general, diversos estudios concluyen que la tracción no ofrece ventajas significativas y es innecesaria, asociándose con mayor analgesia y complicaciones sin mejorar los resultados.
Hip fracture is a common injury in the geriatric population, which significantly affects functionality and quality of life. Generally, it is caused by falls, it causes a sharp pain that limits mobility. Pain management in these patients is complex due to comorbidities and frailty. Traditionally, opioids and non-steroidal anti-inflammatory drugs are used, which although effective, have various side effects.
Soft or cutaneous traction has emerged as a less invasive alternative for pain control. This method applies gentle tension using a band or device around the affected limb, with the goal of reducing fracture displacement and stabilizing the limb. However, its application requires careful placement and continuous monitoring to avoid complications.
A review of the literature, based on searches of databases such as PubMed, Scopus and the Cochrane Library, revealed mixed results on the efficacy of soft traction. Some studies suggest benefits in reducing preoperative pain, but we found no consistent evidence to support its routine use and highlighted possible complications such as pressure ulcers. In general, several studies conclude that traction does not offer significant advantages and is unnecessary, being associated with greater analgesia and complications without improving results.