La pancreatitis aguda es una inflamación repentina del páncreas y en ocasiones de los tejidos adyacentes. Supone uno de los principales motivos gastrointestinales de consulta médica de urgencia, y entre las causas más frecuentes se encuentra la litiasis biliar y el consumo crónico de alcohol. En cuanto a la incidencia, se estiman de 10 a 40 casos por cada 100.000 habitantes por año, con una severidad que varía desde formas leves a moderadamente graves y graves. La mayoría de los pacientes presentan pancreatitis aguda de tipo intersticial que se resuelven favorablemente sin complicaciones, mientras que en un 10% de los casos, evolucionan a pancreatitis aguda necrotizante con una mortalidad en torno al 30%. La clínica característica es un dolor abdominal de inicio súbito que puede irradiarse al tórax y a la espalda, y que a menudo se acompaña de náuseas y vómitos. El diagnóstico requiere de: una exploración física inicial, presencia de sintomatología, análisis de laboratorio con determinaciones séricas de lipasas y amilasas, y pruebas de imagen del abdomen como la resonancia magnética o la tomografía axial computarizada. El manejo de esta patología se basa en la reposición temprana de líquidos, el tratamiento adecuado del dolor preferentemente con opiáceos y un correcto soporte nutricional.
Acute pancreatitis is a sudden inflammation of the pancreas and sometimes of adjacent tissues. It is one of the main gastrointestinal reasons for medical emergency consultation, and among the most frequent causes are biliary lithiasis and chronic alcohol consumption. The incidence is estimated at 10 to 40 cases per 100,000 inhabitants per year, with severity ranging from mild, to moderately severe and severe forms. Most patients present with acute interstitial pancreatitis that resolves favorably without complications, while 10% of the cases turns to acute necrotizing pancreatitis with a mortality rate of around 30%. The characteristic clinical presentation is abdominal pain with sudden onset that may radiate to the thorax and back, and is often accompanied by nausea and vomiting. Diagnosis requires: an initial physical examination, presence of symptoms, laboratory tests with serum lipase and amylase determinations, and imaging tests of the abdomen such as MRI or CT scan. The management of this pathology is based on early fluid replacement, adequate pain treatment, preferably with opiates, and proper nutritional support.