INTRODUCCIÓN: La glándula pineal es una estructura endocrina singular ubicada en la línea media del cerebro. Es crucial referirse a las lesiones de la región pineal en general, ya que esta región incluye, además de la glándula pineal, estructuras cerebrales, durales y vasculares. Los tumores en esta área forman un grupo heterogéneo de lesiones situadas en la parte posterior del tercer ventrículo, debajo del esplenio del cuerpo calloso y sobre la lámina cuadrigémina. Entre estos, los tumores del parénquima pineal son relativamente comunes. Los tumores de la región pineal son diversos, agrupados más por su localización que por sus características histológicas. Se clasifican en tumores de células germinales, del parénquima pineal, embrionales y de estructuras adyacentes.
OBJETIVO: El objetivo de este artículo es proporcionar una revisión detallada de los tumores de la región pineal, con un enfoque particular en los hallazgos imagenológicos y su relevancia en el diagnóstico, clasificación y manejo de estas lesiones.
MÉTODO: Se llevó a cabo una revisión bibliográfica exhaustiva de la literatura, seleccionando estudios pertinentes sobre la fisiopatología y el manejo de los tumores de la región pineal.
DESARROLLO: La glándula pineal es una pequeña estructura endocrina ubicada en el cerebro, que juega un papel crucial en la regulación de los ritmos biológicos. Esta glándula produce melatonina, una indolamina endógena multifuncional que interviene en la regulación del sueño y otros procesos fisiológicos esenciales. Los tumores de la región pineal son relativamente raros. En la población pediátrica, representan aproximadamente del 3 al 11% de las neoplasias cerebrales, mientras que en adultos constituyen menos del 1% de las neoplasias cerebrales. La baja incidencia de estos tumores hace que su diagnóstico y tratamiento presenten desafíos significativos. Para mejorar el diagnóstico y tratamiento de las neoplasias pineales, es fundamental la integración de técnicas avanzadas de imagen, como la resonancia magnética (RM) y la tomografía computarizada (TC), con conocimientos clínicos y de laboratorio. Estas herramientas permiten una evaluación precisa de la localización, extensión y características de los tumores, facilitando diagnósticos primarios precisos y la planificación de intervenciones terapéuticas adecuadas.
Presentamos el caso de este paciente de 50 años que presentó cefalea de aproximadamente diez meses de evolución que se acompaña de alteración de la marcha progresiva, en tomografía se descubrió que tenía una lesión ocupativa de espacio en la región pineal que se acompaña de hidrocefalia por lo que se realizó su exéresis a través de una craneotomía occipital encontrando una lesión a favor de pinealoma grado histológico I (WHO). El paciente hasta su último control se encuentra vivo con adecuada evolución hasta su último control.
CONCLUSIONES: La utilización de resonancia magnética (RM) y tomografía computarizada (TC) resulta esencial para la evaluación precisa de los tumores de la región pineal, ya que permite una identificación detallada y clara de sus características. Este enfoque mejora significativamente la exactitud del diagnóstico y facilita la planificación de intervenciones terapéuticas adecuadas, que pueden incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia. Integrar los hallazgos imagenológicos con evaluaciones clínicas y de laboratorio es crucial para diferenciar entre los distintos tipos de neoplasias pineales y para desarrollar estrategias de tratamiento adaptadas a cada caso. La colaboración entre radiólogos, neurocirujanos, oncólogos y otros especialistas es indispensable para ofrecer un cuidado integral y mejorar el pronóstico de los pacientes, garantizando así un manejo eficaz y personalizado de estas complejas neoplasias.
INTRODUCTION: The pineal gland is a unique endocrine structure located in the midline of the brain. It is crucial to refer to injuries to the pineal region in general, since this region includes, in addition to the pineal gland, cerebral, dural, and vascular structures. Tumors in this area form a heterogeneous group of lesions located in the posterior part of the third ventricle, below the splenium of the corpus callosum and on the quadrigeminal plate. Among these, pineal parenchymal tumors are relatively common. Tumors of the pineal region are diverse, grouped more by their location than by their histological characteristics. They are classified into tumors of germ cells, pineal parenchyma, embryonic and adjacent structures.
OBJECTIVE: The objective of this article is to provide a detailed review of tumors of the pineal region, with a particular focus on the imaging findings and their relevance in the diagnosis, classification and management of these lesions.
METHOD: An exhaustive bibliographic review of the literature was carried out, selecting relevant studies on the pathophysiology and management of tumors of the pineal region.
DEVELOPMENT: The pineal gland is a small endocrine structure located in the brain, which plays a crucial role in regulating biological rhythms. This gland produces melatonin, a multifunctional endogenous indolamine that is involved in the regulation of sleep and other essential physiological processes. Tumors of the pineal region are relatively rare. In the pediatric population, they represent approximately 3 to 11% of brain neoplasms, while in adults they constitute less than 1% of brain neoplasms. The low incidence of these tumors makes their diagnosis and treatment present significant challenges. To improve the diagnosis and treatment of pineal neoplasms, the integration of advanced imaging techniques, such as magnetic resonance imaging (MRI) and computed tomography (CT), with clinical and laboratory knowledge is essential. These tools allow precise evaluation of the location, extension and characteristics of tumors, facilitating accurate primary diagnoses and the planning of appropriate therapeutic interventions.
We present the case of this 50-year-old patient who presented with a headache of approximately ten months of evolution that is accompanied by progressive gait disturbance. A CT scan revealed that he had a space-occupying lesion in the pineal region that was accompanied by hydrocephalus. It was excised through an occipital craniotomy, finding a lesion in favor of histological grade I pinealoma (WHO). Until his last check-up, the patient is alive with adequate progress until his last check-up.
CONCLUSIONS: The use of magnetic resonance imaging (MRI) and computed tomography (CT) is essential for the accurate evaluation of tumors of the pineal region, since it allows a detailed and clear identification of their characteristics. This approach significantly improves the accuracy of diagnosis and facilitates the planning of appropriate therapeutic interventions, which may include surgery, radiotherapy and chemotherapy. Integrating imaging findings with clinical and laboratory evaluations is crucial to differentiate between the different types of pineal neoplasms and to develop treatment strategies adapted to each case. Collaboration between radiologists, neurosurgeons, oncologists and other specialists is essential to offer comprehensive care and improve the prognosis of patients, thus guaranteeing effective and personalized management of these complex neoplasms.